Los ucranianos residentes en Alicante no temen que "en pleno siglo XXI pueda pasar algo grave"

La comunidad ucraniana asentada en Alicante no se muestra preocupada por la tensión creciente en las fronteras de su país ante una hipotética intervención de Rusia.

Desde la Asociación Cultural Amigos de Ucrania, creada en 2017 con sede en Alicante, señalan que tras la llegada inicial con la Perestroika de muchos compatriotas, la ola más importante vino a raíz de la anexión ilegal de Crimea, en 2014.

Desde entonces el país se ha acostumbrado a vivir en una situación de inestabilidad en la frontera y que la paz no sea absoluta. Por eso, la situación de riesgo que difunden los medios, no les causa temor.

No viajarían a Ucrania si no es imprescindible, porque el gobierno ahora mismo lo desaconseja, dice la presidenta de esta asociación, Ana Shkalelko, pero las noticias que les llegan desde sus familiares allí, no les dan motivo para creer que, "en pleno siglo XXI, pueda pasar algo grave".

De hecho, en la asociación no hacen distinciones por nacionalidad y acogen y asesoran a todos los eslavos que acuden a ellos, muchos de ellos rusos, con quienes mantienen relaciones de buena amistad.

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Ana explica además que muchos de sus compatriotas encuentran fácilmente trabajo como programadores e informáticos, en el sector de la construcción, y en comercios, puesto que dominan bien el inglés y el ruso, y muchos también el español.

Un cuarto de los más de 11.800 ucranianos que vive en la provincia reside en Torrevieja y un 18% en Alicante capital. El resto se reparte sobre todo por Orihuela, Benidorm, Denia y Guardamar.