Asando lomo de cerdo en la lava del volcán de La Palma

La Palma

"Hermosa piedra, un cochino aquí abierto y se asa como está mandado", afirma el autor del bocadillo cuyo video se ha hecho viral. El bocadillo de lomo de cerdo se calentó gracias al calor del basalto formado en las coladas del volcán de La Palma. "Las temperaturas de las rocas que se están picando en las coladas pueden tener cientos de grados, con lo cual, es posible freir o asar cualquier cosa encima de esas rocas, porque evidentemente su temperatura es muy elevada, "explica David Calvo, portavoz del Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN)

Aunque el acceso todavía es limitado, algunas personas pueden acceder con facilidad a las zonas más frias de las coladas donde el Cabildo de La Palma trabaja en habilitar diferentes caminos de acceso a zonas que quedaron aisladas por el volcán. Algunas de esas piedras conservan todavía temperaturas muy altas y de hecho se someten a procesos de enfriamiento con agua a presión. "En algunos casos pueden alcanzar hasta doscientos o trescientos grados, con lo cual, no hay ninguna dificultad para que cualquier cosa pueda ser quemada o asada en esa brasa improvisada", continúa David Calvo.

Una brasa improvisada que puede ser muy mala idea, porque el bocadillo puede acabar siendo de "lomo tóxico"

"No hay que olvidar que estas rocas provinenen de coladas de lava que no se han desgasificado completamente, es decir, que eso no es un calor que proviene de la quema de brasas o carbón", explica Calvo. "Ahí puede haber gases tóxicos que muy probablemente pueden contaminar la comida y que la gracia nos salga cara. Hay que tener mucho cuidado con estas cosas, porque una cosa que puede parecer curiosa o graciosa puede acabar produciendo algún problema", añade. La combustión y el calor remanente en las coladas puede contener algún gas que puede resultar tóxico, "este tipo de experimentos no conviene divulgarlos, porque más de no se puede llevar un susto, un disgusto, o una mala digestión", con concluye Calvo.

INVOLCAN sigue detectando niveles tóxicos de gases en la zona de La Bombilla y Puerto Naos

El pasado 18 de enero el personal del Instituto Volcanológico de Canarias instaló una estación geoquímica para la monitorización de dióxido de carbono en la zona de La Bombilla. Hasta la fecha, los equipos de medición siguen detectando acumulaciones de gases en la zona de la costa (a seis kilómetros del cono) que representan un peligro para la vida de las personas. Esto implica que miles de personas sigan todavía fuera de sus casas, sin posibilidad de ser realojadas un mes después de haber terminado la erupción. El comité científico del PEVOLCA propuso, en su última reunión cambiar el semáforo de riesgo volcánico, que actualmente está en color rojo, al color amarillo. Con este color se mantiene la información a la población y las medidas de vigilancia y monitorización de la actividad volcánica y sísmica, aunque la gestión de la emergencia pasaría al Cabildo de La Palma.