A vueltas con la autocomplacencia de los vascos

El elefante en la habitación, que todo el mundo fingía que no estaba, pero sobrevoló la asamblea de CEBEK ayer fue Zedarriak. La plataforma de Pedro Luis Uriarte, Cristina Garmendia y Javier Ormazabal, entre otros...Su informe "Necesitamos un nuevo renacimiento" y su conclusión: “Nuestro presente es preocupante, incierto y exigente. Nos exige pasar a la acción evitando la autocomplacencia y el acomodo”.

Hablo del elefante, porque tanto Tapia como el Lehendakari negaron varias veces, sin venir a cuento, ser autocomplacientes. Se han dado por aludidos. Dijo Urkullu a los empresarios dos veces: “Estoy convencido de que superaremos esta situación. ¿Es autocomplacencia?", se preguntó. “No, es confianza”. Acabó alertando del "virus de la búsqueda permanente de lo negativo sin corresponderse con la realidad que vivimos".

Es curioso porque algo parecido dice en su informe Zedarriak, al hablar de precariedad. Gran parte de su diagnóstico y propuestas se las hemos escuchado al Gobierno. Su programa Berpiztu (Renacimiento), sin ir más lejos. Hasta lo de la autocomplacencia. En la inauguración de BBK Kuna, el propio Urkullu pidió "combatir la autocomplacencia para lograr los ODS".

Eso sí, cuando son otros los que lo dicen, no suena igual. Parece.