"Gritaron: ¡Maricones de mierda!, mientras tiraban la piedra"
Tres jóvenes sufren un ataque homófobo en la playa de Arroyabe por parte de un grupo de chavales que les agredieron verbalmente e hirieron a uno de ellos con una piedra
Ikusgune: Observatorio de agresiones LGTBI. Informe anual.
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Vitoria
Este domingo ha vuelto a suceder: una nuevo ataque homófobo en la playa de Arroyabe. Tres amigos, dos de ellos pareja, han denunciado ante la Ertzaintza que un grupo de chavales y chavalas que estaban en las inmediaciones de la zona donde ellos se encontraban les lanzaron una piedra al grito de ¡Maricones de mierda!.
Eder, una de las víctimas, explica que el ataque fue absolutamente imprevisto y que la piedra impactó en uno de los brazos de su pareja, porque de haberlo hecho en otro sitio podríamos estar hablando de algo más grave, en lo físico.
Los agredidos llamaron a la Ertzaintza que les tomó declaración in situ y posteriormente acudieron a comisaría. Los agresores ya se habían marchado del lugar para cuando llegaron los agentes. Han interpuesto una denuncia oficial pero saben que no va a tener recorrido. Su intención es, sobre todo, visibilizar este suceso y lanzar un mensaje de rechazo a quienes perpetran este tipo de agresiones.
Eder hizo pública su denuncia en redes sociales y en su cuenta ha recibido numerosas muestras de solidaridad. Asegura que este suceso no va a retraerle a la hora de ir a cualquier sitio que decida, con libertad y respeto.
Esta agresión homófoba se ha conocido precisamente el día en el que Ikusgune, el Observatorio de la LGTBI+fobia de Vitoria, ha presentado su último informe relativo al año 2021. En él se recogen 27 casos de violencia contra la comunidad LGTBI+. Más que nunca. El triple en concreto desde que comenzaran a sistematizarse los datos en 2017. Preocupa especialmente el incremento de incidencias contra las personas trans.
No obstante, desde Ikusgune, Amets Martínez de Heredita explica que estos datos tienen también una lectura positiva porque revelan que hay un lugar donde las personas atacadas pueden realizar su denuncia y que cada vez hay más conciencia y sensibilización a la hora de formular esas denuncia. Ikusgune es solo un termómetro -no obstante- de una realidad que puede ser mucho mayor en cifras porque no todo el mundo se decide a denunciar.
Otro de los aspectos que destaca en su informe el Observatorio es la calidad de la respuesta ciudadana en Vitoria ante casos que se han suscitado en los últimos meses. Ejemplo de ello, la reacción de la comunidad educativa de la Ikastola Arantzabela ante el ataque homófobo hacia su mural o la que podemos denominar 'rebelión de las bolsas arcoiris', cuando en la ciudad se agotaron estos complementos después de que una niña en Zabalgana sufriera acoso por llevar una de ellas al hombro.