Amorebieta: Dolidos y orgullosos
El presidente, Jon Larrea, y el capitán, Iker Seguín, se muestran satisfechos a pesar del descenso
Sin todavía terminar la temporada, el Amorebieta se ha adelantado a hacer balance de la misma tras consumarse el descenso. La junta directiva, a través de su presidente Jon Larrea, y la plantilla, representada por su capitán Iker Seguín, no han querido dejar pasar más tiempo. Querían hacer llegar al socio la dicotomía en la que se encuentra ahora mismo el club y el equipo.
A la vez que dolidos, por no haber podido llegar a la última jornada con posibilidades de salvación, se muestran orgullosos por el comportamiento del equipo en su conjunto. "Tenemos que hacer una valoración positiva. En lo deportivo no hemos conseguido el objetivo, pero hemos competido muy bien, hemos mantenido nuestra filosofía de jugar con gente de la casa, hemos estado a la altura, y no hemos tenido la sensación de que nos hayan pasado por encima. Alguno nos decía que no íbamos a llegar a febrero y que estaríamos a 20 puntos, pues mira, hemos llegado hasta la penúltima jornada. Éramos conscientes del reto que suponía y estamos muy contentos", apunta el presidente Jon Larrea.
Por su parte la plantilla, después de llorar el descenso en el vestuario, no se reprocha nada. "Estamos dolidos y tocados, pero también orgullosos del año que hemos hecho y que hemos peleado hasta falta de un partido. Lástima de no haber llegado al objetivo de mantenernos, estamos apenados por ello. Lo hemos dejado todo en el campo y por eso no podemos echarnos nada en cara", dice el capitán Seguín.
En lo puramente deportivo los jugadores sí son conscientes de que, como en Cartagena, han dejado pasar alguna oportunidad. "Ha sido la dinámica de todo el año. Siempre que hemos tenido la oportunidad de acercarnos a la salvación nos ha faltado ese partido que no hemos sido capaces de asumirlo. Nos ha faltado dar ese paso", asume el capitán.
El club ya está pensando en la temporada que viene en la Primera RFEF. En primer lugar, desde el plano directivo porque el club se verá inmerso ya en los próximos días en el proceso electoral que le toca. Larrea se presentará a la reelección, así que de momento toca esperar a ver como transcurre este periodo antes de tomar decisiones en torno al entrenador y al director deportivo. El paso por el fútbol profesional deja al club saneado y con una buena cantidad de dinero para futuros proyectos. Uno de ellos tendrá que ser la remodelación de Urretxu.
Incluso antes de todo ello toca cerrar la liga el próximo sábado contra la Ponferradina. No será la jornada de emoción por la que se luchaba, pero sin duda será un día en el que club y jugadores recibirán el aplauso de su afición.
