¿Abrir o cerrar las puertas giratorias?

El Parlamento Vasco ha rechazado admitir a trámite la proposición de ley de EH Bildu destinada a acabar con las "puertas giratorias" de los cargos públicos regulando la actividad de las empresas privadas. El texto ha contado con el voto contrario de PNV, PSE-EE y Vox; la abstención de PP+C's y el único apoyo de Elkarrekin Podemos-IU.

EH Bildu proponía modificar la Ley Reguladora del Código de Conducta y de los Conflictos de Intereses de los Cargos Públicos para evitar que los cargos públicos den el salto directamente a puestos directivos y consejos de administración de entidades privadas cuando dejan sus responsabilidades en la Administración. El parlamentario Josu Estarrona ha advertido del aumento de las puertas giratorias, que, en su opinión, exige más cortafuegos, de ahí su propuesta, que planteaba incluso sanciones a las empresas que faciliten estas puertas giratorias.

A raíz de este debate, 'La ventana Euskadi' ha querido mirar a las puertas giratorias desde otro punto de vista, el del exparlamentario del PSE-EE, Óscar Rodríguez, actualmente en la consultora Tactio, que en el foro TEDx Vitoria-Gasteiz el pasado 7 de mayo defendió que "hay puertas giratorias virtuosas o que debería haberlas". Rodríguez cree que "hay muchísimas personas brillantes que han pasado por altos cargos y que han tenido dificultades después para reincorporarse a la empresa privada. Hemos tenido consejeros brillantes que después de haber dejado la política o la política les ha dejado a ellos, las han pasado canutas para volver a su empleo anterior".

Rodríguez sostiene que "entrar en política no es atractivo porque se pagan muchos precios: el reputacional; el económico porque la política no está bien pagada para nada; y el de la seguridad o pérdida de libertad. Si a alguien brillante en la empresa privada le planteas entrar en un Gobierno pagando ese triple precio ya le va a costar, pero si encima le dices que hay un cuarto precio, que es que va a tener que esperar dos años para volver a su empresa, no le ponemos nada atractivo el asunto".

La consecuencia, según el exparlamentario, "es que la política se está llenando de funcionarios, que pueden regresar a su puesto, o de personas que han hecho carrera dentro de los partidos, un sistema muy endogámico que hace que tenemos menos talento al frente de las instituciones y gobiernos y que va en detrimento de todo el país".