Arana: la memoria del barrio
La asociación vecinal recoge en un documental los testimonios de personas que se han implicado a lo largo de 50 años en el avance social de este distrito obrero de Vitoria
50 años de movimiento vecinal en Arana
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Vitoria
Necesitaban hacer un homenaje a esos vecinos y vecinas del barrio que "se han partido la cara" a lo largo de muchos años por hacer comunidad, por mejorar la calidad de vida de quienes residían allí, por enfrentar los problemas que ha traído cada tiempo a lo largo de 50 años. Querían plasmar en un documento todo lo vivido y que fueran sus voces, las voces de esas personas con tanta implicación las que dejaran testimonio. Y ya iban tarde, cuenta Peio Salazar -de la asociación Aranako- porque muchos de los pioneros y pioneras ya no están o no se encuentran en las mejores condiciones.
Esa necesidad, ese deseo de preservar la memoria del barrio se ha convertido en documental. La pieza se podrá ver este viernes día 3 a partir de las 19:30 en el Centro Cívico Aranako. Se titula 50 años en el barrio y cuenta Jara Alonso -realizadora del vídeo junto a Ane Hidalgo- que ha sido muy emocionante escuchar a sus protagonistas.
Los orígenes
Arana se construyó entre 1967 y 1969, recuerda Javier Fernández de Betoño, uno de los fundadores del movimiento vecinal. Él llegó en el 68. Betoño explica que no se pudieron constituir como asociación legalmente hasta el año 1974 pero que ya venían trabajando de antes como Asociación de Cabezas de Familia, que era la fórmula posible de representación en el contexto franquista.
Tuvieron que lidiar en muchos frentes: conseguir la exención de un impuesto denominado Derechos Reales, denunciar los defectos constructivos de las viviendas, conseguir que el agua llegase con suficiente presión a las casas con la puesta en marcha de motobombas, reclamar la construcción de escuelas para la enorme cantidad de menores que había en la zona. Más tarde también llegaron los tiempos duros de la droga y hubo que salir a la calle. Muchas batallas. Ahora, en la lista de quehaceres están las mejoras en el tráfico y seguridad vial, los problemas de accesibilidad o la realidad de un barrio envejecido.
Peio lamenta que no exista más implicación ciudadana en su asociación vecinal -así como ocurre en otras de Vitoria- porque quienes han estado tantísimos años al pie del cañón necesitan relevo y que nuevas manos afronten las necesidades y retos de hoy.
La Olga se jubila
Olga es una institución en Arana. Llegó al barrio con 12 años y no se ha movido de la calle Galicia. Aunque su negocio lo tiene en la calle Andalucía. Se llama Ferretería Guinea pero todo el mundo lo conoce por La Olga. Y tiene de todo. A finales de año cerrará. En el escaparate hay un cartel de venta, pero Olga cree que el local se quedará vacío porque -dice- es muy difícil meterse de nuevas en un pequeño comercio. Los hábitos de compra ligados a las grandes superficies o internet han hecho que esas tiendas de toda la vida se vayan muriendo, comenta. Pero que eche la persiana no significa que vaya a dejar Arana. Es su barrio, es su gente y allí seguirá.
Txupinazo
Aunque ya llevan unos días de celebraciones, las fiestas de Arana arrancan este viernes con su txupinazo. Un montón de colectivos se han implicado en la puesta en marcha de txoznas y actividades de todo tipo. Entre ellas, las deportivas de clubes que impulsó la asociación de vecinos como el de lucha libre o ciclismo. Habrá además mucha música y muy variada, desde la Banda Municipal a Joselu Anaiak pasando por DJ Loro y citas tan curiosas como la carrera de pantalones caídos y faldas remangadas. Cosas de Arana.