El Gobierno Vasco "no está preocupado, aunque sí ocupado" por la crisis con Argelia

“De momento no nos preocupa. El impacto directo que esta situación podría causar es bastante ajustado”

24 horas después de que Argelia haya suspendido el Tratado de Amistad y Buena Vecindad que firmó hace dos décadas con España, seguimos preguntándonos qué efectos y consecuencias puede tener esta decisión. Mikel Amundarain, viceconsejero de Industria del Gobierno vasco, ha admitido en La Ventana Euskadi que todavía la información que se maneja es escasa: “Estamos recabando información centrados en una doble vía: ver cómo puede evolucionar y cuál es la exposición que nuestras empresas podrían tener, esta última en una doble vertiente, en la parte energética y en el comercio internacional. De momento hemos hecho un primer peinado de cuál es la situación que tenemos y a partir de ahí intentaremos tener un contacto directo con todas estas compañías que tienen relación estrecha con Argelia”.

Las relaciones comerciales con Argelia se han enfriado en los últimos cuatro años, “desde el 2014 tenemos una caída pronunciada. El impacto directo que esta situación podría causar es bastante ajustado”. En los últimos años se ha pasado de exportar bienes por valor de 170.000 millones a 66.700 el año pasado. Argelia ocupa la posición 45 como destino, con dos partidas predominantes: papel y cartón, y bienes de equipo mecánico. “Las magnitudes no son relevantes”, ha afirmado el viceconsejero de Industria. Las importaciones se cifran en 7.600 millones. Según el Gobierno Vasco hay 14 empresas con implantaciones allí, tan solo una es productiva, Omega elevator.

Respecto al suministro de gas procedente de este país, Mikel Amundarain, ha asegurado: “Estamos implantados en un sistema gasista bastante mallado y con diferentes alternativas que pueden venir derivadas, por ejemplo, de la introducción de gas en forma de GLM, como puede ser por nuestra planta del puerto de Bilbao, o también por las introducciones internacionales que tenemos con Francia a través de Irún”.

Y ha concluido: “Es un elemento de incertidumbre. Es importante ver cómo evoluciona en los próximos días y meses pero, en definitiva, es un tema no de preocupación aunque sí de ocupación”.