Transterrados. Dejar Euskadi por el terrorismo

El capítulo 41 de 'La ventana de la memoria' se acerca a la realidad de las personas que se vieron forzadas a abandonar Euskadi por la presión de ETA o su entorno. Lo hace a raíz de la publicación del libro 'Transterrados', editado conjuntamente por la Fundación Fernando Buesa y el Instituto Social Valentín de Foronda, con los testimonios recogidos en el XIX Seminario Fernando Buesa celebrado en Vitoria en noviembre de 2021. El libro ha sido coordinado por Eduardo Mateo y Antonio Rivera y en el mismo participan una docena de autores, entre otros, Felipe Juaristi, Aurora Intxausti, José Antonio Zarzalejos o José María Portillo, en representación de los distintos colectivos englobados bajo esa denominación: jueces, intelectuales, periodistas, empresarios, policías, profesores universitarios, etc.

Como coordinador del volumen, Antonio Rivera explica quiénes son los transterrados, un término que, en su día, sirvió para denominar a los republicanos que huyeron de la represión franquista y fueron acogidos en México, "que se diferencia de los exiliados en que marchas a otra zona que te acogen bien". Rivera sostiene que este fue uno de los ámbitos en los que el terrorismo "fue tremendamente eficaz, porque delimitar las características de la población que tú quieres por las vías del asesinato y el secuestro tiene unos límites, mientras que expulsar es mucho mas sencillo y no usas a ETA sino al cuerpo social de apoyo. Por cada uno que se iba. era un logro. Primero fueron los uniformados, luego los empresarios y , al final, personas de mucho impacto: académicos, intelectuales, profesores..."

Las consecuencias de este éxodo han sido muchas para la Euskadi actual, según Rivera: "la derecha españolista ha quedado laminada; hemos perdido capital social en el territorio de la empresa a paladas; ha habido mucha inteligencia que se ha ido". El historiador añade que, además, "en ese empeño de los terroristas de hacer un país exclusivo y excluyente, viene la base de la destrucción de la democracia. La sociedad es democrática porque es plural. Cuando empezamos a pensar todos de modo parecido es que nos hemos quitado del medio a los que nos parecían inconvenientes".

Reconocimiento y reparación

Tanto Rivera como la periodista y profesora de Universidad Ofa Bezunartea coinciden en que debería haber habido un reconocimiento por parte de los poderes públicos de que esta realidad existió. Rivera contempla "la esperanza de que a corto plazo pueda producirse algo en esa dirección, incluso en la de la reparación". Bezunartea lo echa de menos en el caso concreto de los responsables de la UPV-EHU. Cuando ella se vio obligada a dejar la facultad de Periodismo, recuerda que los rectores hicieron "todo lo que podían hacer", en contraste con los que estaban en el rectorado cuando ETA lo dejo con ella ya jubilada, "porque les conminaron a volver a los departamentos de los que se habían marchado, en muchos casos con una hostilidad manifiesta. Ese comportamiento fue impropio, muy duro y muy poco empático".

Ofa Bezunartea dejó Euskadi para ir a Sevilla en el comienzo del curso 2003-2004. Ella distingue entre los colegas que sufrieron presión "del ambiente" y aquellos que sufrieron amenaza directas por parte de ETA, como fue su caso. "Eso no trascendía. Solo lo sabían los afectados", recuerda. A ella le llamó el consejero de Interior para decirle que ETA tenían sus datos y era objetivo. "El hecho de saberte en la diana, literalmente condenado a muerte" es el que le hizo pensar en marcharse, aunque reconoce que lo hizo principalmente porque los terroristas tenían datos de su familia. "Si hubiera estado sola, creo que no me habría ido", sostiene.

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Teo Santos, miembro de ASERFAVITE (Asociación de Ertzainas y Familiares Víctimas del Terrorismo), también escribe un capítulo en el libro y firma la reflexión final de este capítulo de 'La ventana de la memoria'. Como muchos ertzainas, Santos tuvo que ir a vivir a los bordes de Euskadi: Castro, Miranda, Treviño... Él también comparte la necesidad de un reconocimiento institucional de estas víctimas. "Tenemos que impulsar el reconocimiento a las víctimas que, acosadas por los terroristas y sus secuaces optaron por dejar Euskal Herria ante el hostigamiento y la amenaza de una muerta probable. Transterrados nos sitúa en la senda reivindicativa de la demanda por la inclusión de este tipo de victimización en la Ley de victimas de Euskadi, reconocimiento negado hasta ahora por el Gobierno y Parlamento vascos". Santos recuerda que "quienes nos trasladamos fuera, fuimos acogidos con afecto. Desamparados en nuestra tierra de origen, rodeados de caras de odio y muchas mas de indiferencia y pusilánimes, volvimos a sonreír entre rostros amables".