Unai Basurko: "El reto ya no son las vueltas al mundo, sino qué planeta dejamos a nuestros hijos"

Bilbao

Este 2022 se cumplen quince años del pódium de Unai Basurko en la Vendée Globe, la vuelta al mundo en velero en solitario y sin escalas. Esa circunstancia, lejos de hacerle subestimar la vuelta al mundo que culminó Juan Sebastián Elcano hace hoy 500 años, multiplica su respeto por él. "Cuanto más conocimiento tienes, más lo admiras", cuenta a 'La Ventana Euskadi' de la Cadena SER. "Yo di la vuelta al mundo con partes meteorológicos, teléfono satelital...medios de los que él no disponía. pero tenían otras ventajas. Y tontos no eran, tenían que agudizar mucho el ingenio".

Con su experiencia, Basurko cree que lo más duro de la expedición debió ser "la incertidumbre de adónde vamos. Tenían un plan, pero surgían tantos imprevistos, que cualquier plan tenían que cambiarlo. Elcano acabó de capitán porque los anteriores murieron durante el viaje", explica. Preguntado por el momento más difícil, aventura: "creo que cuando empezaron las dificultades es cuando decidieron volver. No podían parar en todos los sitios que querían, por las peleas entre España y Portugal; tenían escasez de medios y alimentos... en esas condiciones, cualquier temporal pequeño o calma grande es doblemente difícil".

"Las penurias que pasaron me las puedo imaginar: calmas ecuatoriales, calores, temporales... Era gente fuerte física y psicológicamente", explica. También la convivencia en un barco durante tres años tuvo que ser un reto para la tripulación. "Entonces no había herramientas de coaching. Allí era la ley del mas fuerte, de la brutalidad. Y la convivencia no tenía que ser fácil". Basurko explica que él suele entrenar a tripulaciones y tiene dos reglas para conseguir esa convivencia: "Primero, fijar un objetivo común, que todos sepamos a qué hemos venido; y luego, un pacto de convivencia, que no sea un ordeno y mando".

¿Queda algún reto como el de Elcano en la actualidad para un marino? Unai Basurko ya ha tachado de su lista la vuelta al mundo, una vez conseguida, "Ahora estoy pensando más en qué dejar, porque como padre me preocupa el planeta y a través de proyectos educativos relacionados con medio ambiente y los océanos podemos ayudar a que todo este desaguisado sea menor". Basurko recuerda que fue un navegante en un velero quien descubrió la isla de plástico que flota en medio del mar. "Ahora está llegando a la población, pero nosotros llevamos viendo comportamientos muy raros del tiempo en los últimos veinte años. Y va a más", explica.

En la actualidad, Basurko está intentando "sumar a alguna empresa e institución a un proyecto educativo de cuatro años basado en economía circular y a la salud de los océanos". En eso también se parece a la expedición de Elcano y Magallanes, que también empezó en los despachos de los reyes.