La Real culmina una semana redonda
El equipo txuri-urdin gana 2-1 al Espanyol mejorando su juego y sus sensaciones, y llega al parón habiendo ganado sus primeros partidos en el Reale Arena en Europa y en Liga. Sorloth y Brais Mendez firmaron un triunfo merecido y mas sufrido de lo esperado
San Sebastián
La Real Sociedad cierra una semana redonda ganando en el Reale Arena a un Espanyol que acabó apretando el partido, pero que prolonga su nefasta racha en San Sebastián, donde no gana desde 2015. Brais Méndez volvió a disfrazarse de ‘Braisiño’ para marcar el gol de la victoria de la Real con un gesto técnico delicioso. El gallego es una de las sensaciones más agradables de este inicio de temporada. Porque sin balón es fundamental, pero lo está siendo más desde el punto de vista anotador. Es curioso verle como el máximo goleador de la Real, pero eso habla muy bien de su llegada desde la segunda línea, porque se suma al ataque con inteligencia y muy fluidez. Es lo que se viene a ser lo que popularmente se llama ‘box to box’, un jugador total. Su llegada al área contra el Espanyol y su definición es para quitarse el sombrero. Una vez más. Y ya son cuatro goles en lo poco que llevamos de temporada. Volvió a ser fundamental para sumar tres puntos vitales y llegar con tranquilidad al parón, con diez puntos en liga y seis en Europa como líder de su grupo. Se ganó al Omonia. Y se ha ganado al Espanyol. Ambos con sufrimiento, y notando el cansancio, a pesar de estar comenzando la temporada. Antes, Sorloth había aprovechado un grosero error de Alvaro Fernández después de una mejor presión de Kubo. Pero Edu Exposito dio pronto alas a un Espanyol correoso y que volvió perder en Donostia.
Empezó la Real Sociedad tratando de llevar la iniciativa del partido desde el principio, fiel a su estilo; con un Espanyol que esperaba replegado y bien ordenado coña inédita defensa de cinco que había planteado Diego Martínez ante la ausencia importante de Óscar Gil. El canterano Omar El Hilali, que apenas había jugado 22 minutos, ocupó el lateral derecho, por el que tenía que exigirle Take Kubo, que volvió a jugar en punta de ataque junto a Sorloth. Ambos se encontraron en Europa contra el Omonia y esa era la idea de Imanol, encontrar una nueva sociedad para tapar las carencias atacantes ante las bajas importantes de Sadiq, Carlos Fernández, Barrenetxea y Mikel Oyarzabal. Los donostiarras eran los dueños de la pelota, pero apenas generaban peligro sobre la portería de Alvaro Fernández, que curiosamente defendía la portería del Espanyol cuando estuvo más que cerca de recalar en la Real para ser el suplente de Remiro. Los pericos lo fiaban todo a la velocidad de Braithwaite a la espalda de de la defensa realista con las pelotas que ganaba por arriba Joselu, que por arriba es un auténtico titán y gana prácticamente todo lo que pelea.
Fruto de ese comienzo intenso de la Real llegaron los primeros acercamientos con relativo peligro, sobre todo por la banda de un activo Kubo, al que le buscaban con insistencia tanto Merino como Silva. Fue precisamente el japonés el que provocó el gol que abría el marcador, después de una buena presión al portero Alvaro Fernández, que se dormía en los laureles para darle una patada tremenda mientras la pelota llegaba a los dominios de Sorloth, que marcaba a puerta vacía. El noruego volvía a marcar en una semana francamente buena para él, después de la lesión de Sadiq. Empieza a coger el noruego la responsabilidad del gol sin el nigeriano. Poco le duró la alegría a la Real, porque nada más sacar de centro, el Espanyol provocó un córner mal defendido por los realistas y bien preparado por los periquitos que acabó en gol después de un disparo desde la frontal de Edu Exposito que entró entre una maraña de piernas sin que Remiro pudiera hacer nada. El guión del partido no cambió en nada con el empate, con la Real teniendo la posesión y con sus ‘jugones’ dominando el centro de campo. Tras otro desajuste defensivo por un balón perdido en línea de tres cuartos, Merino cazó un balón en la frontal, lo llevó hasta el ares periquita para cedérselo a Brais Méndez, que con una sutileza fantástica salvaba la salida de Alvaro Fernández. El gallego marcaba su cuarto gol esta temporada, demostrando su peligro descolgándose desde la segunda línea del ataque realista.
Con esa ligera ventaja de la Real se llegaba al descanso. El Espanyol estaba obligado a reaccionar en la segunda mitad. Y al menos lo intentó, porque dio un paso adelante en busca de la portería de Remiro. Pero la Real siguió dominando el juego. El partido se igualó algo. Con los donostiarras buscando a la contra la espalda de la defensa del Espanyol, con opciones para ampliar el marcador de Sorloth, Kubo, Silva y Cho ya en la recta final. Pero el gol no terminaba de llegar, y eso permitía al Espanyol creer en que se podía empatar. Lo buscó con balones largos en lo que buscaba a Joselu, el cazabalones aéreo de la liga. Cerca estuvo del empate, con un remate muy peligroso en el segundo palo, pero Remiro estuvo fantástico con una mano salvadora. El Espanyol acabó metiendo en su área a la Real, que jugaba ya con cinco zagueros, defendiendo su botín con uñas y dientes. Apretó el equipo periquito, pero le faltó claridad. Y los realistas se defendieron con solvencia para lograr un triunfo fundamental para seguir enganchados a la zona noble. El Espanyol ve rota su buena dinámica a domicilio y llega al parón un poco apurado en la clasificación.
Roberto Ramajo
Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...