Los agentes testifican sobre los crímenes de Abanto: "Nos dijo que había tomado cuatro, no sabíamos si pastillas o cajas"
Los tres ertzainas que realizaron la toma de evidencias en el domicilio familiar donde ocurrieron los hechos el 10 de marzo de 2020


Bilbao
Este martes se ha reanudado el juicio contra F.M.S., que se enfrenta a una petición de hasta 50 años de prisión como autor de los asesinatos de su hija y esposa el 10 de marzo de 2020, con las testificales de agentes de la Ertzaintza que intervinieron en la investigación del caso.
Los tres ertzainas que realizaron la toma de evidencias en el domicilio familiar donde ocurrieron los hechos han detallado cómo estaba la escena del crimen, ayudados de unas fotografías en 360 grados de todo el chalé exhibidas en una pantalla grande, mientras los miembros del jurado y la magistrada presidente del tribunal atendían a las explicaciones de la policía científica.
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Al llegar a la casa, los agentes comprobaron que ni las puertas del chalé ni las ventanas habían sido forzadas y ya dentro, recostada de lado con las piernas flexionadas hallaron el cadáver de la mujer del arrestado. Tenía la cabeza sobre un cojín que había empapado abundante sangre de "un corte profundo y extenso en el cuello", si bien en el resto de la escena había "pocas salpicaduras" lo que evidencia que no hubo movimiento, fue "un escenario estático".
En la planta superior, encontraron el cadáver de la joven de 24 años. La joven tenía la cabeza ladeada en una mancha de sangre y también presentaba un impacto en la cabeza y un corte profundo en el cuello. En este escenario había más salpicaduras de sangre un metro alrededor de la víctima y en la investigación descubrieron que "el patrón de la mancha de la alfombra se reproduce en el pantalón del acusado", ya que se pudo arrodillar junto al cadáver de su hija.
El acusado relató al ser detenido que tras el crimen se duchó antes de salir a tomar "unos criancitas". En las fotos que tomaron los investigadores se aprecia "cierto desorden y acumulación de enseres, con bolsas y maletas" en la planta inferior de la casa, así como ropa sobre algunas camas en algunas estancias.
Ingesta de pastillas
En la sesión de esta mañana han comparecido los agentes que buscaron al acusado durante alrededor de tres horas desde que sus familiares acudieran a la comisaría de la Ertzaintza para advertir de que F.M.S les había confesado que había matado a las dos mujeres. El hombre fue encontrado en un trastero de su propiedad sentado en un sillón y a su alrededor en el suelo había pastillas y cajas de Orfidal. Parecía "desorientado" y "consciente, pero como drogado" y dijo que se había tomado "cuatro", sin concretar si se refería a pastillas o cajas, por lo que los policías solicitaron una ambulancia "por precaución" para su valoración en un hospital.
Al llegar a urgencias, respondía "bien" a las preguntas del médico que trataba de verificar su posible afectación por la ingesta de las pastillas y comenzó a relatar "con total tranquilidad" que "había hecho un desastre y que había matado a su mujer y a su hija", según ha testificado el agente que le acompañó al hospital. Ese agente recogió la ropa del arrestado al llegar al hospital, a petición del juez que caso, y comprobó que llevaba "mucho dinero en metálico", que podían ser más de 600 euros.
El juicio seguirá mañana con la presentación de los informes periciales que incluirán los informes sobre el estado psicológico del acusado.




