El método creado en el instituto de Etxebarri para luchar contra el despilfarro alimentario en su comedor
Los alumnos envasan cada día las raciones que sobran del menú
Un niño, en el comedor escolar / Peter Cade
Bilbao
En Etxebarri una máquina de vending ofrece de manera gratuita a diario tuppers con parte del menú que no han consumido los estudiantes del instituto público. La Fundación Residuo Cero ha calculado que, cada día, acaban en la basura un 10% de las raciones que se cocinan en los comedores escolares como éste. Ainhoa Crespo subraya que con la iniciativa Zero Zabor Hozgailua gestionan "excedentes aprovechables, no restos". Detalla que "se trata de alimentos que no han perdido temperatura, que no han salido de la olla, y desde luego, no se han servido en el plato".
Antes de poner en marcha este proyecto, que también está operativo en Hernani y Azpeitia, tuvieron que estudiar con rigor la normativa sanitaria, de hecho, Crespo admite que las mayores dificultades radican en el procedimiento a seguir para que los alimentos mantengan la temperatura adecuada durante un tiempo concreto.
¿Cuál es la dinámica?
Una vez termina el servicio de comedor, son los alumnos los que separan los alimentos aptos. Éstos se introducen en una máquina que los enfría muy rápido y se envasan en tuppers, "el mismo día o al siguiente están disponibles en la máquina vending". Previamente se han etiquetado con ayuda de un software que especifica los productos utilizados o su caducidad y, además, permite seguir la trazabilidad de los alimentos. El mayo pasado, en sólo once días "rescataron" 118 raciones.
En el caso de Etxebarri la máquina de vending está frente a la Kultur Etxea. Es gratuita y Crespo asegura que garantiza el anonimato de quien retira los envases. "No es una medida social para combatir el hambre, es una iniciativa puramente medioambiental, pero entendemos que el anonimato dignifica a quien va a hacer uso de los alimentos", destaca.
Los promotores del proyecto perciben un cambio de actitud hacia el despilfarro alimentario, "hay una mayor conciencia", y confían en que la legislación que entrará en vigor en enero del próximo año dará un empujón mayor a esta iniciativa. "Está haciendo que muchos centros se interesen, tenemos en lista municipios como Bilbao, Lemoa o Durango que pronto verán puestas sus máquinas".
