"Con Manu Leguineche empezó en España lo que fue el nuevo periodismo"

Bilbao

Este miércoles, un año más, se ha recordado la figura del periodista bizkaino Manu Leguineche. De la mano del Colegio y la Asociación Vasca de Periodistas y en el marco del Palacio Euskalduna, se ha homenajeado al "Jefe de la Tribu". El homenaje ha contado con una charla entre compañeros que a su vez fueron amigos de Leguineche, charla entre Vicente Romero, Amalia Sánchez Sampedro y Evaristo Canete, que estuvo moderada por la directora de la directora Regional de Cadena SER en Euskadi, Begoña Marañón.

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Con el aforo de la sala completo, se ha recordado la figura de Leguineche entre recuerdos y anécdotas. El periodista Vicente Romero ha explicado que Leguineche "abrió camino, hizo un periodismo ejemplar. Quizás empieza con él en España lo que fue en Estados Unidos ese nuevo periodismo que consiste en narrar lo que ven tus ojos". Romero no solo se ha referido a lo profesional, también a lo personal, "nunca he oído a nadie decir una mala palabra sobre Manu, al contrario, hay una absoluta unanimidad y nadie discute lo que fue y significó". Añade que "no era el jefe, era la persona con mayor autoridad profesional y moral para ganarse el respeto, sin necesidad de que lo consideráramos jefe, sintiéndose y mostrándose siempre igual a los demás sin mayores pretensiones".

Amalia Sánchez Sampedro, periodista ya jubilada que coincidió en sus inicios con Leguineche, ha contado como fue "mi maestro, mi mentor, mi amigo, todo lo que sé lo aprendí de él, trabajando con él. Él no se ponía a enseñar, él lo hacía y los que estábamos ahí aprendíamos". Sánchez Sampedro añade que "yo con Manu aprendí el periodismo de detalles, el contar la intrahistoria, ese nuevo periodismo. Manu te daba confianza".

También ha contado su experiencia con Leguineche el operador de cámara Evaristo Canete, que tuvo la oportunidad de trabajar junto al periodista bizkaino. De él dice que "yo solo he sido cámara y con los plumillas he tenido una relación especial, pero Manu no era un plumilla, Manu era Manu. Trataba al cámara, al de sonido, al que estuviera por allí como a uno más, estabas a su lado, él era muy importante y estando ahí te hacía sentir importante".

Un bonito homenaje el celebrado en el Palacio Euskalduna, con el buen periodismo en el punto de mira y con la figura de Manu Leguineche, exponente de la práctica, como protagonista.