Zubimendi renueva hasta 2027, pero mantiene su cláusula de 60 millones

San Sebastián

La renovación de Martin Zubimendi ya es un hecho. Por fin. El centrocampista donostiarra ha ampliado su contrato con la Real Sociedad por dos temporadas más. Como terminaba en 2025, su nueva vinculación con la entidad donostiarra se prolonga hasta junio de 2027. Se trata de una de las noticias más esperadas por la afición realista, que vive en un estado de felicidad permanente. Después de la victoria europea contra el Sheriff Tiraspol con la que sella matemáticamente su clasificación para la siguiente ronda de la Europa League, ahora llega la renovación más deseada, la de un jugador formado en Zubieta y del que se empezaba a hablar demasiado entre la aristocracia del fútbol europeo, con el riesgo que ello conlleva.

El jugador donostiarra adecua su salario al estatus que ha ido adquiriendo en la plantilla del primer equipo. Ahora se trata de uno de sus jugadores más importantes, el director de orquesta, como lo ha definido la Real en el anuncio de su renovación. Zubimendi era uno de esos jugadores que en junio de este año el Director de Fútbol, Roberto Olabe, anunció que estaba en proceso de negociación, para evitar tentación externas, consciente de su importancia para el proyecto a corto y medio plazo, y sabedor de que su nivel iba a seguir creciendo, y eso acabaría llamando la atención de clubes poderosos. Esa amenaza queda por el momento aparcada, especialmente con el Barcelona, que lleva semanas insistiendo en que es un jugador muy del gusto de su entrenador, Xavi Hernández.

El aspecto de la renovación que queda menos claro es el de su cláusula de la rescisión. En todo momento, en las conversaciones la Real ha tenido la intención de subirle la cantidad de ese trámite. Si sube su salario, sube su cláusula. Así suele ser. La Real quería que pasara de los 60 que tenía a los 90 millones de euros. Era la misma cantidad que se puso a Alexander Isak, por lo que pudo cobrar 70 del Newcastle este verano, y que tiene el francés Mohamed Ali Cho. Pero los agentes del jugador no querían una subida tan sustancial, y pretendía que la cláusula se quedara en términos similares a los que tenía antes de renovar. Al final, se ha impuesto la voluntad del jugador de renovar sin subir la cantidad de la cláusula, que sigue estando en alrededor de 60 millones de euros, aunque puede existir la opción de que vaya modificándose según pasen los años. Este aspecto ha sido el principal caballo de batalla en la negociación, y lo que ha provocado que la firma se haya demorado más de lo esperado y deseado. Porque desde el principio ambas partes expresaron su voluntad inequívoca de llegar a un acuerdo, y de hecho llevan semanas con el acuerdo apalabrado a la espera de finiquitar el dichoso tema de la cláusula.

Con todo, y a pesar de que la amenaza del Barcelona ha puesto un poco nervioso al club donostiarra y ha precipitado que se haya aceptado cerrar esta renovación con una cláusula inferior a la que se quería desde la Real, era un secreto a voces que se iba a llegar a un acuerdo. Porque ambas partes estaban condenadas a entenderse, desde el punto de vista de que quería lo mismo las dos. El jugador lo ha repetido en incansables ocasiones, y el presidente, Jokin Aperribay, lo dejó muy claro en el viaje a Moldavia. Dicho y hecho. Zubimendi ha crecido una barbaridad desde que llegara al primer equipo de la mano de Imanol Alguacil. Así que esta renovación es un premio a su evolución en los 108 partidos que ha jugado con el primer equipo desde su debut en la élite en la temporada 2019-20. Con su nuevo contrato hasta 2027, adquiriendo el compromiso de quedarse un tiempo más en la Real, hace que baje un poco el ruido generado por el intereses serio e incesante del Fútbol Club Barcelona.