El Ayuntamiento planea bonificaciones al "buen comportamiento" para incentivar el reciclaje

Vitoria

El pasado 14 de octubre comenzó la instalación de los nuevos contenedores orgánicos con apertura automática en Lakua. Una medida para lograr los objetivos de reciclaje marcados por Europa que conlleva una “transformación profunda” del sistema de recogida de residuos. Vitoria dispondrá de 877 nuevos contenedores electrónicos que se sumarán a los 444 buzones de recogida neumática.

Para poder hacer uso del mismo es “imprescindible” obtener la Tarjeta Municipal Ciudadana (TMC) que puede adquirirse de forma gratuita en las oficinas de atención ciudadana. La tarjeta municipal en Vitoria es personal y facilitará el control de las personas que lo utilizan y del número que hacen uso del mismo. De esta forma, el acceso electrónico permitirá “valorar la bonificación” de la tasa de basuras.

El objetivo del Ayuntamiento es establecer “rebajas fiscales” para incentivar el reciclaje entre la ciudadanía. Fernández de Landa aseguró en la presentación de los nuevos contenedores que “no se pondrá en marcha en 2023”, ya que primero es necesario implantar el nuevo sistema en la ciudad y modificar la ordenanza que regula las basuras. El Consistorio, en su ponencia de fiscalidad, lleva tiempo analizando esta situación. El objetivo es que haya bonificaciones, pero se plantean en un contexto de aumento de la tasa de basuras que se cobra a los ciudadanos ya que actualmente se cubre poco más del 60% del coste del servicio.

Bonificaciones al buen comportamiento

En la ponencia de fiscalidad se establecen tres alternativas de tasas para aplicar las bonificaciones fiscales. En primer lugar, un incremento porcentual de tasas que aumenta la tasa de cobertura pero no incentiva el cambio de comportamiento de la ciudadanía.

Otra opción es la tasa incentivadora, es decir, las bonificaciones al buen comportamiento. En el caso de las viviendas se pagaría menos por la participación en el quinto contenedor orgánico con chip, la aportación al Reutilizagune, el uso continuado de Garbigune, la participación en el programa doméstico/comunitario o en el programa "publicidad, no gracias". En los comercios la bonificación se aplicaría, entre otras razones, por la participación en programas contra el desperdicio alimentario, no usar bolsas de plástico, realización de compostaje individual o por la disposición efectiva de los contenedores en el local.

Estas bonificaciones necesariamente tendrían que ir acompañadas de gravámenes para compensar el gasto y cubrir el coste. Es decir, quien lo haga mal también paga más. Por ejemplo, si se incumple la ordenanza, si se hace un mal uso de infraestructuras: vertidos incorrectos en Garbigunes e incluso si el número de habitantes empadronados en una vivienda es superior a 4.

La tercera vía hace referencia al pago por generación, algo más complicado de aplicar porque habla de saber lo que se genera y ahora mismo estamos hablando de saber lo que se recicla. Estas tres alternativas no son excluyentes, es decir, se podrían aplicar las tres en fases de 4-10 años.