Una joven con parálisis cerebral debe ir a clase acompañada de su madre porque la UPV no le da esa ayuda

Vitoria-Gasteiz

Noelia Da Costa tiene 26 años y se acaba de titular como trabajadora social hace apenas 3 meses y medio. Ahora se encuentra cursando un postgrado en Gestión e Innovación en Servicios Sociales que compagina con una beca de transición para trabajar en la red municipal de centros socioculturales de mayores BIZAN. Noelia tiene parálisis cerebral y necesita una silla de ruedas para todo, ya que tiene disminuidas sus facultades físicas en brazos y piernas, por lo que necesita una persona de acompañamiento para todo en clase. "En mi primer día de carrera me tuvieron que ayudar mis compañero de carrera para ir al baño o para ponerme y quitarme la cazadora, compañeros a los que en aquel entonces no conocía, y recuerdo que fue bastante violento para mí", nos cuenta. A partir de ahí fue su madre, Sonia Reviriego, la que se hizo cargo de esas funciones. "Tengo que estar pendiente fuera del aula a que ella me necesite para poder ayudarla a ir al baño, meter los libros en la mochila, ir al baño, etc,", añade.

Desde la UPV-EHU se le ha denegado la asistencia en clase de un técnico de apoyo. La razón que se da desde la universidad es que Noelia se encuentra cursando un título propio, que son los diseñados por los centros universitarios y avalados por el prestigio de los mismos y que no contarían con esa cobertura. Por contra, los títulos oficiales, que cuentan con el reconocimiento del órgano educativo del país sí que entran dentro del reglamento que posibilita poder contar con una persona de apoyo a los estudiantes con necesidades educativas especiales. Es el argumento de la UPV-EHU para negarle a Noelia ese apoyo. "Psicológicamente cansa mucho, y el hecho de que me inviten a renunciar me dolió mucho, me quedé sorprendida porque no me lo esperaba, y menos de la forma que lo hicieron, a través de un frío email, en ese momento se me cayó el alma a los pies", ha expresado Noelia Da Costa ante la difícil situación que le toca afrontar.

Una normativa que Sonia- madre de Noelia- espera que cambie para poder subsanando este agravio, ya que "existen diferentes artículos, dentro del mismo reglamento, que dicen que debe tener sus necesidades cubiertas mientras esté dentro de la universidad, y sin embargo ellos se basan en un artículo que creo que debería cambiarse para fomentar la inclusión e integración".

Olivia Fernández es compañera de clase de Noelia y- en ocasiones- le ha ayudado. "Espero que se extienda la ayuda para las personas con diversidad funcional que necesitan esa ayuda para postrados y becas, todo aquello que va después de la propia carrera", señala.