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Dulce derrota con sabor a campeón de grupo

La Real Sociedad pierde contra el Manchester United en el Reale Arena (0-1), pero le sirve para clasificarse directamente para octavos de final por primera vez con este formato de la Europa League

SAN SEBASTIÁN, 03/11/2022.- Los jugadores de la Real Sociedad celebran su clasificación como primeros de grupo tras perder 0-1 contra el Manchester United durante el partido del grupo E de la Liga Europa que disputan este jueves en el estadio Reale Arena, en San Sebastián. EFE/Javier Etxezarreta / Javier Etxezarreta (EFE)

San Sebastián

Nunca una derrota fue tan dulce en el Reale Arena. Nunca una derrota de la Real Sociedad fue tan celebrada como el 0-1 contra el Manchester United. Porque ese resultado le permite a los donostiarras hacer historia y clasificarse por primera vez como campeones de grupo en la Europa League, alcanzando directamente los octavos de final por primera vez desde que el torneo tiene formato de grupos. La importancia del golaverage, de golear a los rivales, adquirió una importancia absoluta en este grupo en el que la Real compitió de tú a tú con todo un Manchester United por ser primero, y le acabó ganando. La victoria inolvidable de Old Trafford de ha convertido en el resultado clave de esta fase. La Real perdió, sí, con un gol de Garnacho en el minuto 19. Pero los realista supieron jugar en el borde del precipito con entereza y mucha veteranía, a pesar de la juventud de su plantilla, y fue capaz de lograr aguantar de pie ante las embestidas del Manchester. Es más, mereció hasta empatar. Pero eso es otra historia. Lo fundamental es que, pese a perder, es campeón de grupo, y que Imanol Alguacil amplía un poco más su historia en el banquillo txuri-urdin. El mérito de este equipo, que volvió a terminar con un equipo fundamentalmente de Zubieta, es tremendo.

La Real Sociedad salió al terreno de juego con una personalidad y un aplomo insultantes. Su puesta de largo fue realmente sorprendente, dominando territorialmente el partido y monopolizando la pelota. El Manchester United estaba totalmente maniatado, como si se hubiera visto sorprendido por la valentía con la que comenzó el partido el equipo realista. Así fue el guión de los primeros quince minutos. La Real robaba en línea de tres cuartos y obligaba a que el choque se jugara todo el rato en el campo de los ‘Red Devils’. El problema es que ese dominio, esa interesante declaración de intenciones, no se vio acompañada por ocasiones reales de peligro. Tan solo un lanzamiento al lateral de la red de Carlos Fernández, después de un buen desmarque del sevillano.

El problema cuando juegas contra un rival tan grande es que si no aprovechas tu momento, corres el riesgo de que se despierte. Y eso es lo que hizo el Manchester. En cuanto vio un esquicio de duda en la Real, olió la sangre y se lanzó a su cuello como un Lobo hambriento. Bruno Fernándes ganó una disputa, Cristiano se quedó con un balón en la frontal y le dio un pase a Garnacho en velocidad que el chaval de la cantera del United aprovechó con un disparo seco para adelantar a su equipo. Fue la primera noticia del Manchester en el área realista. Hasta entonces había pasado de puntillas. Pero cuando te coge desprevenido, te acaba matando. La Real no se vino abajo con el gol del United, aunque a partir de ahí el partido se igualó y fue Cristiano quien tuvo la ocasión de marcar el segundo y complicar más las cosas. Error de Pacheco, que deja al portugués solo delante de Remiro, pero su vaselina se marchó por encima de ls portería realista. Respiraba aliviada la Real, que al filo del descanso volvió a pisar el acelerador para acabar teniendo las mejores ocasiones en las botas de Gorosabel y Pablo Marín, pero De Gea estuvo soberbio con dos paradones salvadores.

Con el 0-1 todo quedaba para la decidirse en la segunda parte, con un resultado que realmente daba miedo, pero ante el que la Real se comportó con una solvencia impresionante. El que necesitaba ir a por el segundo gol para ser primero de grupo era el Manchester, pero sin embargo fue la Real quien buscó más la portería rival, jugándose la segunda mitad en campo del equipo inglés y con el ritmo que más le interesaba a los realistas. Los de Imanol tuvieron las mejores ocasiones, pero les faltó fortuna y puntería, y se encontraron también con un seguro David De Gea. Y apenas dejaron correr y tener ocasiones a un Manchester que solo en la recta final metió el miedo en el cuerpo a la Real, que se fajó en defensa, defendiendo con uñas y dientes su valioso botín hasta el final. Hasta conseguir explotar de alegría haciendo historia, porque por primera vez era campeón de grupo en la Europa League. Los octavos de final esperan a un equipo que sigue asombrando a Europa.