10.000 personas han necesitado ser escuchadas en Gipuzkoa

San Sebastián

Lleva 35 años ofreciendo un servicio gratuito de escucha, acompañamiento y asesoramiento, aconfesional, apolítico, anónimo y confidencial para toda la ciudadanía guipuzcoana. Un servicio que realiza gracias a un equipo de personas voluntarias, formadas específicamente, que atiende los 365 días del año a quienes se encuentran en una soledad no deseada, a quienes atraviesan alguna situación de crisis personal o familiar con elevado riesgo de suicidio o exclusión social.

En estos 35 años, el Teléfono de la Esperanza ha atendido cerca de 85.000 llamadas, con una media de 2400 al año, cifras que se demuestran que unas 10.000 personas en Gipuzkoa han necesitado ser escuchadas. Para muchas de estas personas el 900 840 845 supone un desahogo, una herramienta con la que poder afrontar situaciones de sufrimiento y poder dar pasos hacia la recuperación. Es un servicio gratuito, de acceso fácil e inmediato, siempre dispuesto a escuchar a quien se encuentra con problemas y pide ayuda. Busca comprender y acompañar a la persona para que descubra sus recursos y fortalezca su esperanza.

En estos años, quienes están al frente de este servicio junto al equipo de voluntarios, han visto una evolución en quien necesita este servicio y una estabilidad en los datos. El 32% de las personas que llama al Teléfono de la esperanza lo hace por problemas de soledad, el 24% por ansiedad, angustia o porque necesitan desahogarse con alguien y el 14% porque tienen problemas relacionales.

Lo que, si preocupa y mucho en estos últimos años es el aumento del porcentaje de jóvenes que en algún momento de su vida, han pensado en quitarse la vida, en el suicidio. Si entre las personas mayores el 1% de las llamadas que se reciben es por este motivo, entre los más jóvenes esta cifra sube al 8,3% y es que para el presidente de la entidad, Joaquín Fuentes, este colectivo se está encontrando sin muchas perspectivas de futuro: dificultades para encontrar un trabajo, un hogar o una pareja, situaciones que se dan en muchos países del mundo, de ahí que desde hace más de un año, él Teléfono de la Esperanza en Gipuzkoa cuenta con un servicio exclusivo para jóvenes BADABIDEBAT.

Para Maribel Pizarro, directora del Teléfono de la Esperanza en Gipuzkoa, para darle una solución a estos problemas, es muy importante escuchar. Quien llama a este servicio busca que se le escuche, que se entienda sus razones sin juzgarle y encontrar posibles salidas a sus problemas. Para ello detrás de este servicio se encuentra un gran equipo de profesionales y una red importante de voluntarios que atienden el teléfono los 365 días al año.

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Por todos estos motivos y por su gran labor, el Teléfono de la Esperanza recogerá su Premio Radio San Sebastián a la Excelencia en la categoría de Impacto Social el próximo jueves 17 de noviembre en una gala que se va a celebrar a las 19h en el Kursaal.