Ocio nocturno, la lucha por el descanso en Bizkaia

Bilbao

Son vecinos y vecinas de las tres capitales vascas y de los grandes municipios de Barakaldo y Durango, que incluso han llegado hasta el Parlamento vasco para denunciar "la inacción absoluta" de los ayuntamientos de cara a plantar cara al ruido del ocio nocturno. Llevan años, también durante la pandemia, reivindicando "el derecho al descanso, reconocido por la ONU", un derecho que insisten debe prevalecer frente al "hipotético derecho al ocio nocturno y al ocio alcohólico".

Lourdes Llorens, secretaria de la plataforma "7 Ordu Lo", vive en Mazarredo, y nos ha contado en 'Hoy por Hoy Bilbao-Bizkaia su problema con la noche: "Tengo enfrente una bocatería que alimenta a las personas que beben por la noche, hasta las 8 de la mañana, y dejan todo lleno de basura". Llega un momento de "irritación y de indefensión" en el que no queda más remedio que protestar por el derecho al descanso.

La única zona de protección acústica (ZPAE-ZAS) de Bilbao estaba en Uribitarte hasta que la justicia la tumbó por el recurso de hostelería: Ahora el Ayuntamiento anuncia que volverá a activarla y también en Albia. Celina Pereda, de la asociación Anaitasuna Vecinos Uribitarte, también dentro de la plataforma, nos ha acompañado en el estudio: "Volvemos de vacaciones y, además de jueves a domingo, los miércoles también organizan planes por la noche. Aunque vamos aumentando la sensibilidad frente al problema".

En Uribitarte, este grupo ha llegado a registrar 70 decibelios a las 3 de la madrugada de un sábado. El mismo aparato, a las diez de la mañana de un lunes, alcanza 62 decibelios. La OMS apunta a que lo adecuado son 30 deciblerios para una correcta calidad del sueño y el descanso; si un sonido supera los 45 decibelios, aunque solo sea un instante, puede llegar a despertarnos.

Piden, desde '7 Ordu Lo', "Dormir los siete días de la semana siete horas diarias durante los doce meses del año". De momento ya han establecido un primer contacto con los grupos que tienen representación en el Legislativo vasco y van a solicitar comparecencias en las comisiones de Salud, Medio Ambiente, Seguridad y Política Territorial.

En cualquier caso, insisten en que el «problema» no es el desarrollo de normativa, que ya la hay, sino «su incumplimiento». Hay regulación para los decibelios máximos que pueden soportarse dentro de un hogar, contra el botellón, contra los actos incívicos como orinar en la calle, «incluso de aperturas o cierre de puertas, de toldos, de horarios de terrazas», ha lamentado Lourdes Llorens, secretaria del colectivo