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Ogogo y Emile, dos historias de integración

Las personas migrantes celebran su día trabajando por la sensibilización y la apuesta por la diversidad

Ogogo y Emile, dos historias de integración

Bilbao

Ogogo Nancy Orumwense llegó a Euskadi hace ocho años. Dejó su país, Nigeria, buscando una vida mejor. En A vivir que son dos días Euskadi, mira al pasado y hace un balance positivo. "El principal problema es siempre la comunicación cuando dejas un continente o un país", ha dicho, "pero también la documentación". En Tolosa, el municipio donde reside, creaba hace cuatro años Divina, la Asociación Cultural de Mujeres Nigerianas en la que algo más de una treintena de mujeres procedentes de ese país comparte ideas, necesidades y busca soluciones a problemas como la pobreza o el desarrollo personal. En el Día de las Personas Migrantes que se celebra este domingo, Ogogo ha explicado el esfuerzo que realizan en la asociación en el empoderamiento de la mujer.

También Emile Lamien dejó su país, Costa de Marfil, en este caso forzado por las circunstancias. Razones relacionadas con la religión lo obligaron a huir. Fue en el año 2018 cuando viajó hasta Marruecos y de allí a Madrid y a Euskadi. A Emile le acaban de denegar el asilo. Ahora, gracias al permiso de residencia, tiene trabajo como conserje en Oñati.

En los once primeros meses de este 2022, en Euskadi se han presentado 3350 solicitudes de protección internacional (1633 en Bizkaia, 838 en Gipuzkoa y 879 en Araba). Las nacionalidades mayoritarias son Venezuela, Colombia, Perú, Marruecos y Honduras. Del total de las solicitudes tan solo se resuelve de forma favorable el 3%. Al margen quedan las solicitudes realizadas por las personas procedentes de Ucrania con una figura de protección diferente. En palabras de Arantza Chacón, directora de Zehar Errefuxiatuekin, el proceso de solicitud de asilo es un camino "complejo de gran desgaste" para las personas.