"Recomiendo a los jóvenes estar cerca de quien sabe", el consejo de Mikel Garay, de la empresa de Álava, Ipargama

Vitoria-Gasteiz

"Arabako Enpresak Irratian" es el espacio en el que a través de SEA Empresas Alavesas, asociación que representa al empresariado alavés, conocemos ejemplos de empresarios y empresas que trabajan en la provincia.

En esta ocasión nos acercamos al mundo del acero a través de la empresa Ipargama, sita en el Polígono Industrial de Ali Gobeo, empresa familiar dedicada al abastecimiento de materiales de construcción mecánica. Mikel Garay, es uno de sus gestores. Hijo y sobrino de empresarios, estudió empresariales, se curtió por afición en los campos de rugby, y habla cinco idiomas.

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Preguntado por si el empresario nace o se hace, Mikel considera que para ser empresario "ciertos atributos vienen con la persona, la inquietud, el interés por temas concretos... con la experiencia se gana saber hacer". Eso si, no sintió la presión para dedicarse a la empresa "la familia siempre ha estado vinculada a diferentes negocios y nos ha dejado elegir lo que queremos hacer".

Antes de en la empresa familiar, Garay trabajó para otros, "Aceros Garay crecía mucho, estábamos muy vinculados al comercio del acero... me interesó salir de esa burbuja y conocer otros mercados, otras empresas. Con Miguel y Agustín Lazpiur aprendí muchísimo, eran empresarios con una visión muy avanzada a su época", y esboza un consejo basado en esa experiencia, "recomiendo a los jóvenes que estén cerca de alguien que sabe".

Encuentra diferencias entre épocas, "antes el sector industrial crecía y el negocio se sacaba adelante con ganas, ahora hay que estar bien preparado", y tiene muy claro que "es importante que la persona,-sea empresario o no-, sea feliz y haga lo que le guste". A sus hijos les dejará elegir, "cada uno tiene que hacer su vida profesional".

Para los jóvenes tiene un consejo: "si es su primer negocio, es importante analizar si te lanzas o no, hay un momento en el que no ves más allá, hay que tirarse a la piscina", afirma. "Les animaría a que se lancen si han analizado bien el mercado y tienen una corazonada", concluye con rotundidad.

Y ante las adversidades, opina que "cualquier empresario va a fracasar, recibir golpes y tener obstáculos lo tiene que tener asumido, va a haber golpes...".

Y siempre pensando en el futuro de la empresa se marca retos, "una nueva nave, máquinas nuevas, líneas estratégicas y ambiciosas en materiales...".