La pandemia redujo un 9% los diagnósticos de cáncer en Euskadi
Las razones son varias, como la bajada en las primeras visitas a oncología (-10%), la reducción de pruebas diagnósticas y los programas de cribado

Gabi Otalora, de la asociación contra el cáncer, en 'La Ventana Euskadi'
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Bilbao
Muchos lo advirtieron al inicio de la pandemia del COVID-19. Cuando acabase, veríamos su impacto en otras enfermedades. A punto de cumplirse tres años de su inicio, lo empezamos a ver. Según el informe que el Ministerio de Sanidad presentó a las Comunidades autónomas el lunes sobre el "impacto de la pandemia sobre la prevención y control del cáncer en el sistema nacional de salud", el número de casos de cánceres diagnosticados en la Comunidad Autónoma Vasca se redujo en un 9'2 por ciento en 2020 respecto a 2019 (la media de España fue del 12). El número de casos diagnosticados a los que se practicó quimio, radio o terapias hipertérmicas también descendió, un 8'7 por ciento. Son datos que también acompañan al resto del país.
La razón de este infradiagnóstico es múltiple. En primer lugar, se debe a la caída de las primeras visitas a oncología, un 10 por ciento menos en 2020 que en el año anterior. En el caso de los niños, las primeras citas para oncología y hematología pediátrica cayeron un 34 por ciento respecto a 2019.
Después, está la reducción de las pruebas diagnósticas realizadas. Disminuye para los 4 tipos de cáncer analizados (pulmón, mama, colon y neoplasias hematológicas). El mayor impacto en el caso de Euskadi se ha detectado en el de pulmón, con un 40 por ciento menos de broncoscopias realizadas durante el primer año de la pandemia. El informe cifra en un 14% la reducción de biopsias para cáncer de mama positivo y un 9 % la de biopsias para médula ósea.
Pero, el informe también evidencia que se ha producido un descenso de la población chequeada en los llamados a los programas de cribado o screening. En mama, por ejemplo, Osakidetza solo citó a la mitad de las mujeres que deberían haberlo sido. En el cribado de colon, todavía peor. Solo se citó al 38 por ciento de la población diana. Eso sí, aquellas a las que se les llamó acudieron en una alta proporción, prácticamente similar a antes del COVID.
Por último, además de la prevención, la pandemia influyó en los tratamientos. En el año 2020 las sesiones de quimioterapia y radioterapia en Osakidetza se redujeron casi en un 7 por ciento. Las citologias descendieron un 9%.
En 'La ventana Euskadi' Gabriel Otalora, que en los momentos que refleja el informe presidía la Asociación de lucha contra el cáncer de Bizkaia, ha reconocido que entonces fueron conscientes de que los recursos públicos se estaban desviando principalmente hacia la lucha contra el COVID-19, por lo que la prevención, en la que Euskadi llegó a ser pionera en Europa con el cribado de cáncer colorectal, pasó a un segundo plano: "Fue un tiempo concreto, no demasiado largo, pero —la desatención— a alguien sí le tocó como consecuencia colateral". Se felicita, en cualquier caso, porque Osakidetza haya recuperado ya los programas de detección precoz y ha aprovechado las conclusiones del estudio para recordar la importancia de acudir a la llamada de estos programas.




