Ramiro Recio: Pelotari, blusa y reportero
Recordamos a un modesto pelotari, que consiguió ser campeón de Álava en segunda categoría, en el año 1955
Iñaki Armentia nos acerca la figura del pelotari alavés Ramiro Recio
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Vitoria-Gasteiz
Los deportistas de elevado nivel, aparecen habitualmente en los diarios, y a los que alcanzan el estrellato se les dedican grandes titulares y reportajes. De los mas modestos, se informa en una esquina con una pequeña referencia, o se facilita únicamente el resultado que han obtenido, sin mas añadidos.
Estas lineas están dedicadas a uno de estos últimos, Ramiro Recio López, un pelotari alavés del campo aficionado, que en los años cincuenta del pasado siglo, alcanzó su cota máxima en la segunda categoría.
Deducimos que nació en 1931, ya que en el apartado de sucesos de un diario local de noviembre de 1935, hemos encontrado una noticia referida a el, en la que se menciona su edad: “Ha sido asistido Ramiro Recio, de cuatro años, con una herida contusa en la región frontal, que le fue producida por una pedrada de otro niño en el patio del grupo escolar de la Florida.”
En mayo de 1939, el diario local Pensamiento Alavés informaba de la ceremonia de la primera comunión celebrada en la parroquia de San Miguel, mostrando la lista de los 74 niños y niñas presentes. En ella aparece nuestro protagonista Recio, y otra persona a la que hemos conocido, Jesús Cárdenas de Miguel, quien fuera tesorero de la Diputación Foral.
Javier Suso, que es una autentica enciclopedia, respecto a la historia del desaparecido Ferrocarril Vasco-Navarro, nos ha facilitado dos fotografías en las que aparece Ramiro. En una de ellas, está junto a sus compañeros de trabajo del taller del ferrocarril citado, que se emplazaba en la calle Los Herrán. Se le distingue por estar agachado y llevar gafas.
La otra imagen fue obtenida en la Plaza de la Provincia en 1994, en la que fue retratado delante de una locomotora de aquel añorado tren, que fue expuesta para ser vista por la gente.
EL PELOTARI
Desde joven comenzó a practicar la pelota a mano, inscribiéndose en el campeonato provincial de aficionados en segunda categoría, cuando alcanzó un nivel suficiente. El jugar en segunda, no desmerecía en absoluto, pues eran muchos los pelotaris participantes, y era muy difícil conseguir ser admitido en primera.
Se jugaban los partidos oficiales en el histórico y desaparecido Frontón Vitoriano, recinto que se encontraba situado en la calle San Prudencio. Hasta su reforma en 1961, la cancha tenía graderío en la planta baja y dos pisos más.
Las finales del provincial del año 1955, se disputaron en esa cancha el 6 de febrero. Entonces la afición era tan grande a este deporte como al fútbol, por lo que se registro un lleno total, a pesar de que se pagaba entrada. El Deportivo Alavés, que jugaba en primera división, ese mismo día venció al Sevilla en Mendizorrotza, por 2-1, registrando el campo una regular entrada.
Ramiro jugó la final de mano parejas de segunda, acompañado de Díaz, teniendo como contrarios a Mingo y Pagaldai, pelotaris de Araia. El partido fue el mejor de la jornada, resultando emocionante y vibrante. Los cuatro pelotaris se emplearon a fondo, poniendo en la pelea todos sus conocimientos, todo su poder y todas sus facultades.
Recio y Díaz se adelantaron en el marcador 5-0 y 10-4, pero los de Araia reaccionaron
bien, y con una tacada de seis tantos seguidos a su favor, consiguieron la igualada a 10. De ahí hasta el final, los cuatro pelotaris hicieron un derroche de energías, registrándose igualadas a 11, 12, 13, 14, 15 y 17 tantos. Los cuatro contendientes querían ganar el tanto que representaba el título, y no querían cometer ningún error, por lo que pelotean “a buena”, a la espera de que el contrario cometiera un fallo. Finalmente el tanto de la
victoria, fue conseguido por Recio, con una magistral dejada al ancho, que dejaba el marcador final en 18-17. Los cuatro pelotaris recibieron una salva de aplausos, tras finalizar el partido.
Recio siempre se acordó de aquel triunfo tan trabajado, en el que tuvo que sudar tinta junto a su compañero Díaz.
Se consideraba tan importante aquel campeonato, que en la entrega de trofeos estuvieron presentes, además de los federativos, las autoridades locales, el Gobernador Civil y el Gobernador Militar. En aquella época, la presencia de un representante castrense, era obligatoria en casi todos los eventos.
El Presidente de la Federación fue nombrando a los vencedores y vencidos en las finales, a quienes las autoridades entregaban las copas, siéndoles impuestas las correspondientes txapelas, a los campeones.
Ramiro Recio y Díaz, recogieron los trofeos elegantemente vestidos “de domingo”, como se decía entonces, con marchamo de actores de cine. Llevaban traje, chaleco de lana y abrigo; era febrero y había que ir bien pertrechados. Para apreciar su glamour, hemos coloreado la foto original de ambos con los trofeos, que fue obtenida en blanco y negro.
CON LOS TROFEOS
En otra imagen de aquella jornada, vemos a los dieciséis pelotaris finalistas de aquel torneo, con las copas conseguidas.
Algunos han sido identificados, corriendo el riesgo de cometer algún fallo. El que se encuentra en el centro agachado es Mantxola, prestigioso sukaldari que fue, de la sociedad gastronómica Abendaño de Gamarra Mayor. En la primera fila de los que están de pie, de izquierda a derecha: el tercero es Vidal Abarca I, el cuarto Zerain y el que tiene parte de la cara tapada y se cubre con txapela, es Vidal Abarca II. En la segunda fila de pie, de izquierda a derecha: el primero es Yoller, persona que creó la empresa Yor, dedicada a la fabricación de mobiliario urbano y parques Infantiles, el segundo es Recio, el tercero Díaz y el cuarto Cadiñanos.
Díaz, al que se conocía con el sobrenombre de “Chusquel”, con el tiempo fue canchero del Frontón Vitoriano, -tras sustituir a otro legendario en el cargo, Ormazabal-, y era hermano del primer campeón nacional aficionado alavés, Juanito Díaz.
Detallamos a continuación el cuadro de honor por modalidad y categoría, de aquel campeonato de 1955.
CAMPEOMATO DE PUTXE
La modalidad de mano, tiene un juego popular llamado putxe. Consiste en que varios pelotaris de mano, que a veces llegan a la veintena, disputen un tanto, hasta que uno de ellos tras hacer mala es eliminado. Los que quedan en la cancha continúan disputando tantos y eliminándose, hasta que quedan solo dos jugadores, que disputan la final para conocer el ganador.
Juan de Biasteri, nuestro admirado cronista de pelota, organizó desde 1982 hasta 1986, un campeonato de putxe en el que participó todo el que quiso, tuviera poca o mucha experiencia en el juego. Las eliminatorias se disputaron en el frontón de la Plaza de Los Fueros durante varios fines de semana, participando grupos de amigos, de compañeros de trabajo, etc.
Uno de aquellos grupos del putxe estuvo integrado por ilustres de la pelota, entre los que se encontraban, el mencionado Juan de Biasteri, el concejal Ibáñez de Matauko, el pelotari ex profesional Compañón, y el palista Larramendi. Ramiro Recio era otro de los que formaba parte de aquella selecta cuadrilla, en la que también estaba un buen amigo suyo, Manolo el “Hombre de Goma”, conocido con este seudónimo por su extraordinaria movilidad y habilidad para ganar los tantos, a pesar de sufrir una notable cojera.
REPORTERO Y BLUSA
Recio, tras dejar la practica de este deporte, fue el resto de su vida un asiduo espectador, al que se veía en todas las canchas, tanto en las funciones de profesionales como de aficionados.
Durante unos cuantos años fue quien se encargó de facilitar a Radio Vitoria, los resultados de los partidos de todos los torneos y campeonatos que se celebraban. Estuve en esa emisora en los años ochenta, como colaborador en la información deportiva en el apartado de pelota vasca, y recuerdo como todos los domingos por la noche nos entregaba las notas escritas a mano, con lo acontecido en las canchas.
No disponía de coche, y normalmente se trasladaba de un frontón a otro a píe. Recuerdo, que en una ocasión en la que tuvo que acudir a tres canchas en la misma tarde, y las caminatas habían sido demasiado para el, me comentó: “Iñaki, esto es una maratón”.
En 1980, el periodista Juan Prada escribía, que en 1955 una comisión de blusas habló con el adjudicatario del arriendo de la plaza de toros vitoriana, con el objeto de conseguir una rebaja para los blusas, en el precio de los abonos de las corridas de las fiestas. No lo consiguieron, pero si lograron que el empresario cediera el coso para la celebración de una becerrada el Día del Blusa. De esta forma, con la recaudación obtenida en el evento, se aminoró el importe a pagar por los abonos. Ramiro Recio, que era blusa y aficionado a los toros, fue uno de las trece personas que formaban parte de aquella comisión negociadora.
LA INAUGURACION
El 10 de febrero de 1979 fueron inaugurados los frontones de Mendizorrotza Beti-Jai, instalación modélica que dispone de canchas en un solo recinto, para la practica de todas las modalidades de la pelota, en frontón corto, largo y trinkete.
Aquello fue un gran acontecimiento, y los organizadores de aquel acto tuvieron una feliz idea. Se disputó en el frontón corto un partido de viejas glorias de la pelota profesional, protagonizado por Ogueta -pelotari alavés que dio nombre a la cancha-, Atano X , Arriaran II y Esparza. Los jueces elegidos para la ocasión, fueron tres veteranos en ese cometido: Gorospe, Garai y nuestro apreciado Ramiro Recio.
La gente de la pelota sentía estima por Recio, y tanto la Federación como los clubs de pelota locales, lo incluían junto a las autoridades, para participar en la entrega de trofeos en las finales de sus campeonatos.
Recio dejó este mundo el 24 de agosto de 2009.
