Nueva edición de los Espacios para la Reflexión de Cadena SER Euskadi. En esta séptima edición, la mesa de reflexión ha girado en torno al proyecto Barnahus, un modelo de atención integral donde intervienen todos los agentes implicados en la violencia sexual en menores de edad, que se implantará en Vitoria como proyecto piloto en este primer semestre de 2023. La jornada se ha celebrado en el Palacio Europa de Vitoria-Gasteiz y ha contado con la intervención de la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal; el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana; la Fiscal jefe en Álava, Carmen Cotelo; Tomás Pérez García, subdirector área del Menor y Familia de Diputación Foral de Álava; y Víctor L. Gutiérrez Torres, Jefe del Servicio de Investigación criminal de la Ertzaintza en Álava. La clausura ha corrido a cargo de Lide Amilibia, viceconsejera vasca de Políticas sociales; y Begoña Marañón, directora de la Cadena SER en Euskadi. Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Políticas sociales del Gobierno vasco, ha presentado el proyecto de Barnahus vasca, «un proyecto especial para mí, desde el punto de vista profesional y personal». «Desde que Save the children me lo propuso, no tuve ninguna duda», ha contado. Artolazabal ( y el resto de los intervinientes) ha reconocido que «era necesario mejorar y ampliar» la atención a los menores víctimas de violencia sexual «si queríamos estar entre servicios más avanzados de Europa». Y así, ha explicado que, en la actualidad, siete de cada diez denuncias de este tipo no llegan a ser juzgados por falta de pruebas, pero que, en Islandia, de donde proviene el modelo Barnahús, desde que se implantó, se ha triplicado el número de acusados. La integración de todos los implicados en un proceso judicial de este tipo en la misma casa mejora, en primer lugar, la eficacia policial y la judicial. En ello ha abundado el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Iñaki Subijana. «Una decisión justa es aquella que es el resultado final de un proceso justo. De ahí, tiene todo sentido plantear una justicia específica para menores cuando son víctimas de violencia sexual. Y conecta con la idea del interés superior del menor», ha explicado. Subijana cree que Barnahús «posibilitará un testimonio de alta calidad que posibilite una sentencia condenatoria», ya que está diseñado «para la construcción de la prueba anticipada» y que en el juicio valga solo con reproducir el testimonio obtenido en la Casa con todas las garantías. En la misma línea, Fernando Álvarez, coordinador del equipo psicosocial judicial que se encargará en Barnahús de la construcción de esa prueba, cree que será clave poder recabar testimonios de manera ágil («porque la huella de la memoria es frágil») y con un relato único, que evite las modificaciones que se suelen introducir en cada nuevo testimonio. Álvarez ha relatado la dificultad de la tarea, teniendo en cuenta que se trata de niños muy pequeños, hablando de temas que son tabú y en un contexto de secreto e intimidad. «Evitar la doble victimización, obtener un testimonio amplio y de calidad y respetar las garantías jurídicas» son los objetivos que cree que se conseguirán con el modelo. Sobre la doble victimización se ha extendido la Fiscal Jefe de Álava, Carmen Cotelo, que ha detallado el recorrido de toda víctima, desde la comisaría, al juzgado, a los servicios médicos, a los sociales...hasta en cinco ocasiones el menor debe relatar su sufrimiento antes de llegar a juicio. «Con una vez basta. Estamos aquí por las víctimas», ha declarado. «A la víctima hay que atenderla, cuidarla, mimarla…Barnahus es el instrumento a través del cual vamos a poder protegerlas, cuidarlas y asegurarnos de que se van a poder curar». Cotelo ha añadido que Barnahús debe contribuir «a evitar que los abusos queden sin ser enjuiciados». También espera que afloren más casos la Ertzaintza, que reconoce (lo ha hecho Víctor L. Gutiérrez, Jefe del Servicio de Investigación criminal de la Ertzaintza en Álava) «una falla» en la detección de este tipo de delitos. «Barnahus posibilitará una detección mayor y más información y favorecerá la investigación de delitos». La Ertzaintza seguirá recibiendo las denuncias en las comisarías, aunque podríamos recibirla en Barnahus cuando el denunciante tenga entre 14 y 18 años. «El objetivo de la Ertzaintza en este proyecto es evitar la revictimización, celeridad en intervención y especialización», ha explicado. Por último, desde los Servicios sociales, Tomás Pérez, subdirector de área del Menor y Familia de la Diputación foral de Álava, ha aportado que «este modelo va a tener una importancia muy grande en la recuperación de estas víctimas». «Estamos arrancando. Que arranquemos nos servirá para conocer las cifras, de cuántos estamos hablando. Las cosas van a ser muy diferentes, para mejor». La clausura ha corrido a cargo de Lide Amilibia, viceconsejera de Políticas Sociales, que ha resumido las intervenciones de todos los ponentes. Amilibia ha recordado que en el departamento llevan un año trabajando en un modelo propio de Barnahus («hemos visitado varios ejemplos, pero aquí el corta-pega no funciona»). Ha reconocido que el proyecto va con retraso, aunque espera que abra sus puertas este semestre en Vitoria como proyecto piloto, y después extenderlo a los otros dos territorios vascos. Como despedida, Begoña Marañón, directora de la Cadena SER en Euskadi, se ha felicitado por la recuperación de este foro, organizado conjuntamente por el Superior de Justicia y la Cadena SER en Euskadi y que la pandemia interrumpió en marzo de 2020. Marañón ha explicado que estos Espacios permiten a la Cadena SER «comprender para hacer comprender» en la antena de la radio la importancia de proyectos como Barnahus. Para un debate posterior, la pregunta que lanzaba la directora de Contenidos de SER Euskadi, Isabel León, a la consejera Artolazabal: «¿Si el modelo es válido, por qué no exportarlo a otros delitos?». Artolazabal ha recogido el guante y cree que es posible y ha apuntado a las víctimas de la violencia machista como posibles destinatarias de un hipotético modelo de atención integral específico para ellas.