Bilbao contra la Mutilación Genital Femenina
El Ayuntamiento bilbaíno celebra diez años de su programa de prevención de la mutilación genital femenina, 'pionero' en el Estado
El Ayuntamiento de Bilbao ha formado desde 2013, a través del Programa Integral para la Prevención de la Mutilación Genital Femenina (MGF), a 189 Agentes de Salud, en concreto 159 mujeres africanas supervivientes de la práctica y también a 30 hombres africanos conocedores de primera mano de la misma.
El Consistorio bilbaíno ha celebrado este miércoles, bajo el título '10 años encontrándonos en valores', los diez años que cumple el Programa Integral para la Prevención de la Mutilación Genital Femenina (MGF) en Bilbao, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de Tolerancia 0 con la Mutilación Genital Femenina, que se conmemora el 6 de febrero.
La concejala de Cooperación, Convivencia y Fiestas, Itziar Urtasun, ha presidido este acto, que ha contado con numerosos rostros protagonistas, entre otros el de Amelia Valladolid Urdangaray, de la Jefatura de la Unidad de Partos del Hospital Universitario de Basurto; Goizane Mota, coordinadora del Protocolo Interinstitucional 'Hitos del Programa Integral'; y los Agentes de Salud Djenatu Intchasso (de Nigeria) y Seydou Togola Diarra (de Mali).
El encuentro, al que también ha asistido una representación de los agentes -mujeres y hombres- que durante estos diez años se han formado para la prevención de esta práctica, ha servido para celebrar los 10 años que cumple el Programa Municipal para la Prevención de la Mutilación Genital Femenina; ratificar el Protocolo Interinstitucional y presentar el Decálogo actualizado; agradecer y reconocer al conjunto de la Comisión Interinstitucional su compromiso y dedicación; así como poner en valor a las mujeres africanas Agentes de Salud.
Itziar Urtasun ha destacado la 'labor intensiva' de todas las instituciones y entidades implicadas durante la última década en este programa municipal, 'un programa pionero en el Estado, reconocido a nivel internacional y transferido a otros municipios estatales'.
En 2015 se aprobó el Protocolo Interinstitucional y, desde entonces, se han celebrado 25 reuniones de la Comisión Interinstitucional del Programa, en el que participan 18 representantes del Ayuntamiento, Osakidetza y Gobierno Vasco, Diputación Foral de Bizkaia y Módulo Auzolan, aliado estratégico de este Programa.
El origen
El Ayuntamiento de Bilbao lleva desde el año 2008 trabajando en prevención comunitaria con mujeres inmigrantes dentro del marco del Programa Mujer, Salud y Violencia. Este Programa partió de la necesidad detectada y planteada por el Consejo Municipal de las Mujeres de Villa de intervenir con mujeres inmigrantes bilbaínas, para empoderarlas desde el aprendizaje de la autogestión de su salud, entendida ésta en sentido integral y sistémica.
En el año 2012 se detectaron por Osakidetza, en el Hospital de Basurto, dos casos de mujeres con Mutilación Genital Femenina practicada en sus infancias en sus países de origen. El personal profesional sanitario se puso en contacto con la Comisión de Violencia de Género del Hospital, y ésta a su vez, con la Dirección Territorial de Sanidad de Bilbao, dando así lugar a la puesta en marcha de un equipo de profesionales multidisciplinares e interdisciplinares que empezaron a investigar en la materia y a reunirse periódicamente para ir perfilando posibles formas de actuación.
Formación
Aprovechando este impulso desde la Dirección Territorial de Sanidad en Bilbao, poniendo sobre la mesa la necesidad de consensuar unas pautas de proceder a la hora de detectar casos de mujeres con Mutilación genital Femenina detectada en la capital vizcaina, el Consistorio inició en el año 2013 un Programa Piloto de Prevención sobre la mencionada práctica, materializándose en varias líneas de intervención.
Por un lado, se ofrece formación y sensibilización a madres provenientes de los países de la franja MGF. Se forma a estas mujeres como Agentes de Salud, con contenidos sobre salud sexual y reproductiva, y sobre las violencias de género, concretamente, la práctica de la Mutilación Genética Femenina.
Por otro, una vez formadas, ellas mismas se encargan de formar a otras mujeres, establecen sus propios canales de transmisión en las comunidades de pertenencia, sensibilizando e informando a otras mujeres sobre la práctica. Metodológicamente, se le conoce como el efecto bola de nieve o efecto multiplicador.
Desde ese momento, se ha formado a 189 Agentes de Salud: 159 mujeres africanas supervivientes de la práctica y también a 30 hombres africanos conocedores de primera mano de la misma. A su vez, más de 2.000 mujeres y hombres se han informado, reflexionado y sensibilizado en prevención de la Mutilación Genital Femenina, sus consecuencias legales y para la salud, gracias al programa del Ayuntamiento de Bilbao.
'Las mujeres se han convertido en portavoces e interlocutoras en el abandono de esta práctica y han generado lazos entre ellas, que no sólo persiguen defender los derechos de sus propias hijas, sino el de otras amigas, familiares y conocidas. Y los hombres africanos formados, también se han aliado en esta labor', han explicado durante las intervenciones de esta mañana.
Asimismo, han señalado que el mayor indicador de impacto de este Programa Integral es que los aprendizajes han sido transmitidos a 24 países, Nigeria, Costa de Marfil, Mali, Mauritania, Senegal, Gambia, Ghana, Burkina Fasso, Camerún, Guinea Conakry, Guinea Bissau, Sierra Leona y Benín, entre otros, practicantes de la Mutilación Genital de todo África, gracias al trabajo realizado por las y los Agentes desde la capital de Bizkaia.
Mutilación Genital Femenina
La Mutilación Genital Femenina (MGF) es una violencia de género que se sucede en 90 países de todo el mundo y afecta a más de 200 millones de mujeres y niñas de todo el planeta, según recoge UNICEF.
Desde el punto de vista antropológico, las distintas tipologías de Mutilación Genital Femenina (la Organización Mundial de la Salud establece hasta cuatro tipos) son prácticas ancestrales y muy arraigadas, que responden a creencias sobre la higiene y/o el rito del paso a la edad adulta, como elemento de socialización de las niñas.
Según Adriana Kaplan, la obligación de mutilar a las niñas se entiende como una convención social para las madres y padres que favorece la integración en su propia cultura y una forma de favorecer el futuro de sus hijas. El oponerse a la práctica acarrearía vergüenza y exclusión social en su entorno. Esta práctica asegura a las mujeres y niñas un estatus, la posibilidad de casarse, la castidad, la belleza, la salud y la honra familiar.
'De ahí la dificultad para su erradicación, en ausencia de formación y acompañamiento. La no realización de la práctica supone la marginación automática de la hija de su comunidad de referencia. La presión comunitaria es fuerte, pero una vez que se forman e interiorizan las consecuencias físicas y emocionales, la raíz de esa tradición y deconstruyen los mitos asociados a ella, ya no vuelven atrás. Enfrentan la tradición e incluso en muchas ocasiones, a sus propias comunidades de aquí y de allí. Los Agentes de Salud y Prevención de la MGF de Bilbao son el claro ejemplo de ello', han explicado.