Gurpreet sonríe y podrá seguir jugando al fútbol con turbante

Bilbao

Gurpreet tiene 15 años, nació en la India y desde desde 2016 vive en Igorre (Bizkaia). En esta localidad de poco más de 4.000 habitantes se ha integrado junto a su familia y juega al fútbol en el equipo del pueblo, el Arratia. Siempre lo ha hecho con el patka en la cabeza, una especie de turbante con una prolongación en lo alto. Hasta hace dos semanas, lo había hecho sin impedimentos, pero el pasado 21 de enero el árbitro del partido que disputaba su equipo le dijo que se lo tenía que quitar. Gurpreet nos ha contado cómo vivió esa situación por la que no va a tener que pasar de nuevo, ya que a partir de ahora la Federación Vizcaína de Fútbol le ha autorizado a seguir jugando con el patka.

El propio Gurpreet explica que sucedió en el partido que enfrentaba a su equipo con el Padura, conjunto de Arrigorria (Bizkaia). El joven partió desde el banquillo y tras entrar sucedía todo, "el entrenador me hace entrar en la segunda parte, juego dos minutos y de repente el árbitro para el partido y me dice que no puedo jugar con el patka, que si quiero jugar tengo que quitármelo".

Cinco años sin problemas

La respuesta de Gurpreet fue no quitárselo, ya que nos explica que el patka "representa mi religión, es muy importante y es parte de mi identidad. Que alguien te diga que te quites tu identidad es duro".

Sus compañeros decidieron acompañar a Gurpreet en su decisión y le arroparon, "vinieron mis compañeros y me dijeron que estuviera tranquilo y no me fuera hasta solucionarlo entre todos. Estoy muy agradecido a mis compañeros y mis entrenadores". Al no cambiar el colegiado su decisión, el equipo abandonó el terreno de juego, lo que ha supuesto una multa de 300 euros al Arratia.

Pedro Ormazabal, presidente del Arratia, opina sobre lo que ocurrió sobre el césped, "después de cinco años nos extrañó. En pleno siglo 21, en categoría cadete, el sentido común dice que se le tenía que haber dejado acabar el partido. El miedo que él tenía en ese momento era que no le dejaran seguir jugando al fútbol".

Y es que Gurpreet también incide en esos cinco años que lleva jugando aquí al futbol sin problemas y siempre con el patka, "estaba muy sorprendido, porque llevo cinco años jugando, dos de ellos federado y es la primera vez que me pasa esto".

Fútbol e integración

Ormabazal va más allá en lo sucedido y habla del fútbol como elemento de integración, "les decimos que vengan aquí, se integren, vayan a la escuela, hagan amigos, hablen los dos idiomas de aquí... y él solo quiere jugar con un atuendo que para él es importante, algo que no hace daño a nadie". De hecho, en cuanto a integración, el Arratia es un ejemplo, ya que cuenta con jugadores de varias nacionalidades en sus categorías inferiores fruto de la multiculturalidad del municipio, "al Cadete C le llamamos la ONU, porque tiene chavales de todos los países que viven en el pueblo, se han integrado aquí, van a la escuela pública aquí y hablan euskera. Siempre decimos que el Club Deportivo Arratia es una familia."

El presidente del club cuenta que tras varias conversaciones, Gurpreet no va a volver a sufrir esta situación, ya que la Federación Vizcaína de Fútbol ha dado su consentimiento para que utilice el patka durante los partidos, "he hablado con Iñaki Mardones, presidente de la federación, y con el comité de árbitros y no va a haber ningún problema. Yo les expliqué que el chaval o jugaba con ello en la cabeza o no jugaba y ha habido comprensión. Quizá sea cierto que todo se tendría que haber hablado antes".

De este modo, finalmente Gurpreet podrá seguir jugando como siempre, para comenzar, este domingo a las tres y media, un partido para el que ya habla como todo un profesional "me encuentro muy motivado, estoy preparado para luchar lo mejor posible y este domingo voy a intentar ayudar a mis compañeros para ganar el partido."