Gipuzkoa sienta precedente con el programa de acogimiento familiar especializado

San Sebastián

Actualmente, en Gipuzkoa hay 378 niños, niñas y jóvenes que viven en familias de acogida; 100 viven en la modalidad de familia extensa, 258 en familias voluntarias y 19 en familias especializadas. Estos últimos chicos y chicas con necesidades concretas, bien por tener una discapacidad reconocida, problemas de salud especiales o problemas de conducta, entre otros, y forman parte del 'Programa de acogimiento familiar especializado". En palabras de Maite Peña, diputada de Políticas Sociales, este programa es "parte de un todo", un apéndice de una manera propia de atender la desprotección infantil.

Desde hace 15 años, la Diputación Foral de Gipuzkoa trabaja en este proyecto en el que padres y madres, además de ejercer como tales, cuentan con una formación y experiencia previa en el área de lo sociosanitaria, para poder responder a las necesidades de estos niños y niñas. Iniciativa que sirve, a día de hoy, de referencia en comunidades como Madrid, Navarra o Cataluña y con quienes "estamos en contacto" tal y como ha explicado Peña en los micrófonos de 'Hoy por Hoy San Sebastián'. "Se quedan fascinados cuando les explicamos la tipología de centros que atendemos" comentaba la diputada "porque mientras ellos están acostumbrados a grandes centros, nosotros hablamos de 'vivienda'". Así, la Diputación persigue que los menores estén en la comunidad de una forma lo más normalizada posible.

Según explican desde la Diputación, todas las familias cuentan con una compensación económica mensual para los gastos cotidianos del acogimiento y cubrir los costes derivados de las funciones que asume la persona que cumple los requisitos en materia de formación y experiencia en el abordaje de cada caso.

Mayor demanda

"En este momento hay 53 menores en Gipuzkoa que están orientados a una familia especializada, necesitamos 53 familias para atender a estos menores", explica Maite Peña, diputada de Políticas Sociales, a Radio San Sebastián, "los beneficios son muy destacables y las derivaciones a estas familias de acogidas cada vez son mayores, la demanda no se agota nunca", añade.

Es un acogimiento familiar 'normal' en cuanto a desarrollo, pero "con dos características". La primera, el perfil del menor, quienes presentan necesidades especiales como problemas de conducta, diversidad funcional o enfermedad mental. La segunda, las familias, que pueden ser de cualquier clase, monoparentales, monomarentales o parejas, pero con la capacidad necesaria para dar respuesta a las necesidades de los menores. "Hablamos de educadores sociales, pedagogos, profesores, psicólogos, enfermeros, por el hecho de que su profesión les otorgue una cualificación mayor para hacer frentes a las necesidades" explicaba Peña. Ahora bien, es preciso que cuenten con dos años acreditados en el ámbito de su titulación.

Desde que se puso en marcha este proyecto se han duplicado las familias que participan en esta iniciativa- superando la veintena- con objetivo de proteger y proporcionar un entorno de crianza adecuado a niños, niñas y adolescentes que, por distintas circunstancias, no pueden vivir con sus propias familias.