El martes se cumple un año de la detención en Polonia de Pablo González

Bilbao

"Los contactos están siendo por carta. Creíamos que a partir del 21 de noviembre, la primera visita, las siguientes irían llegando o que nos permitirían hablar por teléfono, pero no", explica Oihana, su mujer. Las cartas llegan con dos meses de retraso, según explica. En la última visita del cónsul, el 10 de febrero, le trasladaron a Oihana que le veían mejor, tras pasar unas navidades "triste por estar sin sus hijos".

En lo que respecta a su situación jurídica, el abogado tampoco puede hablar con él por estar en aislamiento 23 horas al día. Por el momento no hay una acusación formal contra el periodista. "En breve no esperamos cambios, hasta el 24 de mayo seguiremos igual", asevera Oihana. La justicia polaca, mientras, ha pedido explicaciones a España acerca de la doble nacionalidad del periodista, algo que está en principio conforme a la legalidad.