Desde Canarias y Pakistán para ser pastores en Álava
Conocemos las historias de Nazar Mudasir y Maider Martínez que lo dejaron todo atrás para ser tener un rebaño propio en montaña alavesa y Legutio
Desde Canarias y Pakistán para ser pastores en Álava
24:41
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1680865309854/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Vitoria-Gasteiz
El pastoreo es una de las profesiones más sacrificadas y bonitas, gracias al contacto continuo con los animales y la naturaleza. "Si pasas un tiempo viviendo en la tranquilidad del campo y con los animales te enamoras y no quieres volver a la ciudad. La tranquilidad y el amor que ellos te dan compensa todos los madrugones y sacrificios de todo el año", así es como nos definen, nuestros dos protagonistas Nazar Mudasir y Maider Martínez, su pasión por el pastoreo. Ellos conocen bien ese flechazo por el mundo rural, y ganas de tener un rebaño propio, ya que dejaron atrás sus vidas para convertirse en dos de los pocos pastores que tenemos ahora mismo en Álava.
Maider, canaria de nacimiento, pero criada en San Sebastián, llegó hasta Vitoria para ser profesora de inglés, después de haber cursado la carrera de filología inglesa. Sin embargo el amor le llevó hasta Legutio para, junto a su pareja Iker, comenzar con un nuevo proyecto en tierras alavesas con su rebaño de ovejas. "Cuando decidí irme, de manera definitiva, a vivir a Legutio y dedicarme al pastoreo pasé por el curso de Artzain Eskola para ser lo que quería, pastora", ha indicado Maider Martínez con una amplia sonrisa en la boca.
Desde Artzain Eskola, que impartes los cursos para ser pastores nos han contado que actualmente el 51% de las personas que han pasado por la Artzain Eskola durante estas casi dos décadas eran hijos o hijas de pastores, con una edad media de 26 años y una mayoría de hombres, casi el 80%, pero aún falta relevo generacional en el campo, ya que nos encontramos, al menos en Álava, en que son pocos pastores con rebaños muy grandes. Maider Martínez también nos contaba que "el curso es necesario porque nos enseñan un poco de todo, desde el manejo de ganado, las tierras, salud animal, hacer un diseño de tu proyecto, comercialización, marketing. Todo lo que hay alrededor de una explotación ganadera".
La pastora canaria recuerda que comenzó su andadura en el mundo del pastoreo con un rebaño de 100 ovejas y un proyecto innovador debajo del brazo para hacer queso de producción propia y "ahora tenemos 180 cabeza de ganado y vacas de carne, en un modelo de explotación que aúna tradición y modernidad".
Nazar Mudasir, el pastor pakistaní que llegó a Euskadi
Nazar Mundasir llegó a montaña alavesa en 2004 con un objetivo claro, "tener mi propio rebaño, porque siempre he querido trabajar con animales, son mi vida desde pequeño", nos contaba el pastor pakistaní. Cabe destacar que en su país, su familia tenía búfalas y cabras, por lo que la pasión por los animales y ser pastor le viene desde pequeño con el ejemplo de su padre y hermanos. De hecho cuando decidió salir de Pakistán para ganarse la vida en Álava su padre le dio un único consejo y por el que se rige todos los días, "que te conozcan por tú trabajo y amor por los animales", recordaba Nazar.
El camino de Mudasir para tener su propio rebaño no fue fácil, ya que al llegar a montaña alavesa compró cabras y ovejas, hasta 700, pero la falta de acceso al pasto y las dificultades burocráticas hicieron que su sueño inicial se viniese abajo, por lo que tuvo que vender los rebaños. Sin embargo, no desistió en su empeño y en el camino conoció al ganadero Raúl Rituerto que le ha ido acompañando en cada paso que ha dado hasta que dar con el camino. "Ahora ya estoy en el camino, tengo mi rebaño de cabras murcianas de leche, con 400 cabezas, y tenemos idea de seguir creciendo en montaña alavesa con otro rebaño de ovejas", ha indicado Nazar.
Este pakistaní de 43 años de edad refleja pasión y entusiasmo cuando habla de sus animales, y es que "los animales nos dan vida, pero no es un trabajo para cualquier persona, te tienen que apasionar los animales", con jornadas maratonianas de 15 y 16 horas sobre todo en época de partos y para esquilar a las ovejas. Un trabajo duro que compensa porque como destaca el propio Nazar, "cada día me gusta más ser pastor y estoy encantado de haber llegado a montaña alavesa para dedicarme a lo que me gusta".