El Gobierno vasco reconocerá en su Ley de Comunidad exterior a los emigrantes ajenos a las Euskal Etxeak

vitoria

Treinta años son muchos para una ley. La de Relaciones con las Colectividades y Centros Vascos en el Exterior de la Comunidad Autónoma del País Vasco data de 1994 y se ha quedado "corta". Ya no hay deuda que saldar por haber acogido al Gobierno vasco en el exilio, ni niños de la guerra que atender, los emigrantes ya no se asocian en Euskal Etxeak y tienen un gran talento que hay que intentar retener. Para relacionarse con la nueva diáspora del siglo XXI, el Gobierno vasco ha iniciado la redacción del anteproyecto de ley de la Comunidad vasca en el exterior

El cambio de denominación del nuevo texto legal ya da pistas sobre una de las principales novedades. "Hasta ahora solo trabajábamos con instituciones, colectividades, como las Euskal Etxeak", explica a la Cadena SER Gorka Álvarez Aramburu, director para la Comunidad Vasca en el Exterior. "Ahora queremos hacerlo con personas individuales, que tienen necesidades distintas a la diáspora tradicional de las Euskal Etxeak. Hemos estadi muy centrados en las Euskal Etxeak,pero ahora queremos elevar a rango de ley trabajar con las personas que están en el exterior".

Un ejemplo son las ayudas de extrema necesidad que el Gobierno vasco concede a las personas pertenecientes a las colectividades vascas. "Las ayudas las vamos a seguir arbitrando, pero hasta ahora cualquier socio de las Euskal Etxeak podía acceder a ellas, ahora será una ayuda para personas que lo necesiten en el exterior, no solo para las integradas en los centros", aclara Álvarez.

"No hay niños de la guerra"

En el documento de consulta previa a la elaboración del anteproyecto, el Gobierno explica que en los 29 años de vigencia de la Ley "los modelos de asociación y de relación de los vascos y de las vascas en el exterior ha cambiado; la movilidad internacional y las nuevas tecnologías han evolucionado de manera exponencial; las motivaciones y los destinos de la emigración vasca actual son distintos; las necesidades de los centros vascos y de la ciudadanía vasca en el exterior requieren nuevas respuestas". Por todo ello el Ejecutivo cree que es necesario un nuevo marco normativo para atender esta nueva realidad. "En 30 años han pasado muchas cosas. desde el propio desarrollo de nuestro autogobierno, las tecnologías, la sociedad...Esta ley se está quedando corta y no aborda las necesidades y las circunstancias que se nos presenta con la gente que está en el exterior", coincide Gorka Álvarez. "La ley de 1994 emana de una deuda que teníamos con el mantenimiento del Gobierno vasco en el exilio; también, de reparación a los niños de la guerra. Eso ya no existe".

Los objetivos que el Gobierno vasco pretende regular son: la comunidad vasca en el exterior, su registro, los derechos y prestaciones de las personas vascas en el exterior, los órganos de relación con la comunidad vasca en el exterior, el retorno de las personas vascas, el papel de la mujer y de la juventud, el Día de la Diáspora Vasca y el patrimonio cultural de la diáspora vasca.

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Mapeo de la diáspora vasca

Lo primero que el Ejecutivo quiere hacer es "identificar a las personas, un mapeo de la gente que tenemos en el exterior", cuenta Álvarez, "porque si no sabemos quiénes son y qué necesidades tienen, poco vamos a hacer". Álvarez reconoce que, en la actualidad, el Gobierno vasco desconoce cuantos vascos y vascas viven en el extranjero. "Tenemos los números que nos da el Ministerio de Asuntos Exteriores de las personas que se dan de alta y baja consular, pero eso es voluntario y no son datos reales".

Entre los objetivos del Ejecutivo está también abordar un plan integral de inserción en la sociedad vasca de aquellos emigrantes que deseen regresar a Euskadi, aunque Álvarez cree que será objeto de desarrollo reglamentario posterior a la aprobación de la Ley. Por ahora, pretenden que sea "una norma bastante abierta. que pueda adaptarse a lo que pueda venir en el futuro". El Gobierno vasco espera poder aprobar el anteproyecto de ley en otoño para su posterior remisión al Parlamento de Vitoria.