Una Real sin alma en San Mamés

San Sebastián

Otro año más la Real Sociedad se marcha de San Mamés de vacío. Porque otra temporada más al equipo txuri-urdin le faltó alma en el derbi vasco jugado en Bilbao. Los de Imanol fueron demasiado correctos y excesivamente buenos, porque es cierto que intentaron tener la pelota y ceñirse a su plan de partido, y desde ese punto de vista fue fiel a sí mismo, no se le puede poner pegas. Pero es que en este tipo de partidos hay que ser mucho más agresivo, tanto en ataque como en defensa. Porque eso define al que se lleva un derbi vasco. No hay más que acordarse de cómo se ganó el derbi vasco de la primera vuelta en el Reale Arena. Con alma, sangre, sudor y lágrimas. Todo lo que le ha faltado en San Mamés al equipo realista.

A mi me da pena eso, porque solo con jugar bien no marcas la diferencia en un derbi. Tienes que ir más al límite, morder más y poner más voracidad, el hambre de ganar cada acción que tengas y cada disputa en la que participes. Y eso no lo tuvo la Real en el derbi de San Mamés. Desde ese punto de vista estoy decepcionado. No lo puedo negar. Y a partir de ahí, la realidad es que la Ral no supo aprovechar sus momentos, que a pesar de lo dicho también los tuvo. Y el Athletic le hizo pagar muy caro los suyos. Y ahí creo que estuvo la diferencia en el derbi.

Pones todo eso en la coctelera, lo mezclas, y te sale un derbi vasco que volvió a salir cruz en San Mamés. Y creo que de manera merecida. Por mucho que me duela. Es la realidad. Así lo siento. No tengo ni ganas de escudarme en las jugadas polémicas, que también hay que verlas y creo que se podían haber peritado de otra manera. Pero cuando no haces tu trabajo, debes haces autocrítica y no mirar para otro lado. Porque es la manera de seguir creciendo y de seguir soñando con la Champions. Porque es verdad que perder en Bilbao es un bajón importante, pero nada cambia. Esta Real sigue están más que capacitada para ser ambiciosa. No nos vengamos abajo.