Bilbao

Hablaba esta semana el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, de circo mediático refiriéndose a la polémica creada en torno a los 44 condenados por ETA que EH Bildu ha incluido en sus listas y al uso que el PP le ha dado atacando al gobierno de Pedro Sánchez acusándole de pactar con los terroristas. Y es que en Euskadi estos pactos entre populares y EH Bildu no son nuevos. Sería imposible determinar cuántas veces ambas formaciones han votado juntas en los ayuntamientos y resulta incluso difícil en instancias superiores como la del Parlamento vasco. Pero según las actas de la cámara vasca, sólo en esta legislatura, PP y EH Bildu han votado lo mismo en prácticamente la mitad de los proyectos de ley que se han votado en Vitoria.

Proyectos de ley

En concreto, de los 22 proyectos de ley que se han debatido en los menos de tres años que llevamos de legislatura, PP y EH Bildu han coincidido en su voto en diez, bien votando a favor, como con la Ley de gestión y patrimonio documental de Euskadi o con la Ley contra el dopaje en el deporte, bien absteniéndose, como en la Ley de igualdad de mujeres y hombres o para devolver la Ley de empleo público vasco y también en contra, como con la Ley de cuerpos y escalas de la Administración Pública Vasca o contra la Ley de metodología de distribución de recursos y determinación de las aportaciones de las diputaciones forales.

Además, como parte de la oposición, PP y EH Bildu han coincidido también en votaciones tan trascendentales como las de los presupuestos. Solo esta legislatura, PP y Bildu han coincidido votando no a las cuentas de Urkullu para 2021 y 2023. De hecho, esta oposición ha llevado en varias ocasiones en el pasado al propio presidente del PNV, Andoni Ortuzar, a afirmar que "en Euskadi el PP no tiene remilgos a pactar con Otegi si con ello consigue obstaculizar o bloquear al gobierno vasco".

Proposiciones no de ley

Los populares han apoyado incluso iniciativas propuestas directamente por EH Bildu. Mirando solo las de este año, el PP apoyó en febrero una proposición no de ley de Bildu para crear un centro de trabajo contra los ataques LGTBI y en marzo dio también el sí a otra para mantener el servicio del gasolino entre Erandio y Barakaldo. Cuestiones muy concretas, porque ya dijo el propio Javier Maroto cuando era alcalde de Vitoria, "es necesario hablar entre todos. Yo lo hago en el ayuntamiento de Vitoria. Hablo con el PSE, con el PNV y hablo también con Bildu. Porque creo que excluir en este momento no está en la agenda."

Una necesidad de hablar con la coalición abertzale que también ha defendido en diferentes ocasiones el ahora portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, que en su última entrevista en Hora 25 el pasado mes de febrero reconocía que "está bien que Bildu esté en las instituciones, entre otras cosas porque lo ha dicho el Tribunal Constitucional. Están de hecho participando con normalidad en nuestra democracia. Pero eso no les convierte en un actor equiparable al resto de formaciones políticas".

No es nuevo

Está claro que los pactos y coincidencias entre Bildu y el PP no son algo nuevo en Euskadi. Igual que tampoco lo es que los populares utilicen ese argumento contra Pedro Sánchez, ya lo hizo Pablo Casado en la última campaña electoral en 2020 acusándole de pactar con los terroristas y de tener las manos manchadas de sangre. Durante el debate, Pedro Sánchez le respondió con un dato: las 127 iniciativas legislativas que ambas formaciones habían firmado en el Parlamento Vasco durante aquella legislatura.

Es inevitable que el tiempo siga sumando pactos y coincidencias de voto entre EH Bildu y el PP en Euskadi, bien por compartir objetivos muy concretos en temas sobre todo locales, o bien como parte de la oposición al gobierno del PNV.