"Hay propuestas locales en las que podemos jugarnos el futuro de la vida"

Bilbao

En un tiempo en el que es más fácil imaginar el fin del mundo que el del capitalismo, debiéramos examinar qué lugar ocupa la sostenibilidad social y ambiental de la vida en los programas electorales.

Es obvio que cambiar el rumbo ecocida de la economía y del modo de vida capitalista, exige transformaciones de carácter estructural y global, pero también lo es que sólo desde los territorios locales será posible afrontar una transición ecosocial que sea verdaderamente justa, democrática e inclusiva.

Por ello resulta asombroso encontrar en algunos programas electorales referencias a costosas e insostenibles infraestructuras, a la promoción del turismo masivo o al impulso de grandes eventos cuya huella ecológica es más que evidente.

Por el contrario, se echan de menos medidas que fortalezcan las estructuras sociales y económicas locales. Propuestas que promuevan un nuevo modelo público y comunitario de cuidados, la vivienda cooperativa, el desarrollo de comunidades energéticas locales, el comercio y consumo de proximidad o el emprendimiento en economía social y solidaria. Y es que hay propuestas locales en las que podemos jugarnos el futuro de la vida.

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