La Joven Orquesta de Euskal Herria incorpora a 26 nuevos músicos

26 músicos, algunos de 15 años, y el 70% de ellos mujeres. Son las nuevas incorporaciones de la Joven Orquesta de Euskal Herria, la mayoría originarias de la CAPV y Navarra -siendo Musikene el centro que más jóvenes aporta- y algunos procedentes de centros de referencia a nivel internacional como el Conservatorium van Amsterdam, Hochschule Für Saar o Hochschule für Musik Freiburg, así como músicos que forman parte de orquestas de referencia como la Gustav Mahler Jugendorchester, la Schleswig-Holstein Orchestra, o JONDE entre otras.

En la actualidad son 97 integrantes los músicos de la orquesta, "suficiente para interpretar el 95% de las piezas" insiste en Hoy por Hoy San Sebastián, el coordinador general de la orquesta, German Ormazabal. "Salvo de tuba, se han hecho audiciones para todo el resto de instrumentos. Y hay que decir que el nivel medio mostrado por los candidatos ha sido muy elevado. Y eso pese a que la media de edad de los mismos ha bajado. Estamos en los 19 años y algunos de los aprobados apenas tienen 15" explica Ormazabal.

Entre los nuevos músicos titulares que se integran en la EGO están la clarinetista Belén Troitiño, y la trompista Elena Angulo, ambas alumnas de Musikene y "muy contentas" por haber conseguido la plaza en una formación como ésta. "El examen consistía en la interpretación de una obra obligada y de unos pasajes orquestales que aparecían en las bases" explica Belén.

Preguntadas por cómo y dónde ven su futuro laboral, Belén sueña con poder tocar algún día en la Concertgebouw de Amsterdam, "tanto en el escenario como en la orquesta" y Elena en el Concierto de Año Nuevo de Viena aunque "soy consciente de la dificultad".

De momento, junto a sus habituales encuentros de verano e invierno, la Joven Orquesta de Euskal Herria participará por primera vez en el Jazzaldia donostiarra junto al célebre pianista Kenny Barron. Será el 21 de julio en el Kursaal y, en esta ocasión, no estarán ni Belén ni Elena, ya que sólo participarán las cuerdas de la EGO.