Amoroto, Mendata y Gizaburuaga ya conocen a su nuevo alcalde

Bilbao

"Hace muchos años se decidió así. Los vecinos votan entre ellos y los siete más votados constituyen el nuevo ayuntamiento", explica Iratxe Arriola. Ella lleva toda una vida en el pequeño Amoroto, cerca de las playas de Lekeitio. Este año ha sido una de las más votadas, por lo que será concejala por primera vez. "Aquí votamos todo así que si te toca, te toca", comenta Arriola. Amoroto es, junto a Mendata y Gizaburuaga uno de los 17 municipios en los que solo se presenta una candidatura, en este caso, la del propio pueblo. Herriko Kandidatura es el partido que han creado los vecinos para solventar los retos del día a día sin partidos políticos clásicos.

Las votaciones sobre el nuevo alcalde se realizan un mes y medio antes de las elecciones municipales, pero aún así, en el pueblo se toman muy en serio el proceso. En las pasadas elecciones, el 74% de la población fue a votar sabiendo quién iba a ser el nuevo alcalde. "Es una manera de apoyar a la gente que le ha tocado. Lo llevamos haciendo así desde que decidimos hacer la candidatura del pueblo", asegura Carlos Onaindia, vecino de la localidad.

Arriola considera este método como "una forma continuista de poder hacer pequeños cambios en el pueblo y superar los problemas que tenemos". Amoroto no deja de ser un pueblo de 398 habitantes, según el INE, pero pese a ello tiene problemas como los de Bilbao o Donostia. La demografía y la vivienda son escollos que debe superar el municipio. "El ayuntamiento no tienen dinero como para hace vivienda pública, eso podemos hacerlo a largo plazo, pero al no tener un lugar para que la gente joven se quede a vivir, la natalidad desciende", relata la nueva concejala.

Una eskola que da vida

La poca natalidad es algo que preocupa en Amoroto. "Cuando vas a la plaza y ves jugar a los niños y escuchas el ruido, eso le da vida al pueblo", reconoce Onaindia. El pequeño municipio tiene una eskola de 31 alumnos donde diferentes cursos estudian en la misma aula. Alex Goitia es uno de los profesores que llegó a Amoroto y lo dio todo para que, junto a sus compañeros, el colegio tuviese un método de enseñanza moderno. "Dentro de lo que tenemos, buscamos que los niños se sientan como en su casa y aprendan con una buena metodología didáctica", explica.

Respecto a la importancia del colegio, Goitia sabe que los propios vecinos de Amoroto lo cuidan como un tesoro. "Los propios amorotarras nos dicen que cuando salimos con los niños al patio, da alegría al pueblo. Le da otro color". La concejala, Iratxe Arriola se muestra preocupada por el colegio debido a la natalidad. "Hay veces que en tercero de primaria hay dos alumnos y en quinto, por ejemplo, uno. Dependiendo de cuántos niños estén hay más o menos profesores", declara.