"Nos queríamos morir": la reacción de los empleados de Correos al enterarse del adelanto electoral

Durante todo el día, las oficinas de Correos han sido un no parar de entrar y salir gente. Hemos estado en una del centro de Bilbao y no pasaban dos minutos sin que saliera alguien con los característicos papeles en blanco y amarillo, el resguardo que se entrega tras solicitar el voto. La gente se está dando mucha prisa para pedirlo porque las elecciones, en pleno julio, pillan de vacaciones a miles de personas.

El voto por correo se puede pedir hasta el día 13 de julio. Correos empieza a entregar las papeletas el 3 de julio y fuentes consultadas indican a la SER que lo que más está costando que entienda la ciudadanía es que para que le entreguen a uno las papeletas hay que poner la dirección en la que se va a estar a partir del 3 de julio, ya sea la residencia habitual, un hotel o un apartamento de vacaciones.

Varios empleados de Correos explican a la SER su reacción al descubrir que iban a tener que repartir propaganda electoral en julio: "Nos queríamos morir. Aquí, en la mayoría de los departamentos la gente está desbordada, porque no hemos cerrado un proceso e iniciamos ahora uno nuevo. Ahora estábamos caducando los votos que no se han recogido y mandándolos a la oficina del censo, y todo esto es volver a empezar otra vez sin haber cerrado el proceso anterior".

"Nos va a tocar de todo, porque estamos en una época muy mala, con vacaciones ya pedidas, autorizadas, y eso va a suponer un esfuerzo muy grande para Correos. La campaña ha empezado muy potente y mucha gente está viniendo a pedir el voto", explican. La razón: las vacaciones de verano.