El Drogas calienta y Rancid revienta el inicio del Azkena Rock de Vitoria
Y este viernes esperan Incubus y The Pretenders en la segunsa jornada
Vitoria
El Drogas ha calentado y los californianos Rancid han reventado la vigesimoprimera edición del Azkena Rock Festival de Vitoria, en una primera jornada que ha ido tomando temperatura con el paso de las bandas por los escenarios “God” y “Respect”.
Rancid ha cogido velocidad desde el arranque de su bolo. Los norteamericanos han hecho vibrar al público del Azkena con un inicio muy potente marcado por “Tomorrow never comes”, que ha dado paso a una serie de temas eléctricos y cargados de energía.
El punk rock de estos clásicos ha entrado de lleno en el foso del escenario principal, con la inconfundible voz de Tim Amstrong.
La guitarra en “Old friend” ha marcado la segunda parte de un concierto en el que el público se ha fusionado con la banda en “The wars end”.
A partir de ahí todo ha fluido hasta la recta final con dos de sus temas más icónicos, “Time bomb” y “Ruby Soho”.
Para entonces, Enrique Villarreal “El Drogas” ya ha demostrado que para él no han pasado los años. Sobre todo por la energía y el carisma que transmite desde el escenario.
En un concierto incansable sin apenas interrupciones, el de la Chantrea (Pamplona) y su banda lo han dado todo en más de una hora de entrega, que ha arrancado con “La silla eléctrica” y “Contra la pared” para marcar el ritmo de un bolo con un gran sonido.
“A ver si entran 30 canciones en diez minutos”, ha bromeado el navarro, que apenas ha dejado tiempo entre tema y tema.
“Animal caliente” ha sido uno de los grandes éxitos en los que ha invitado a sumarse al público a cantar, mientras que en “Okupación”, el pamplonés se ha deshecho de su americana para afrontar una recta final con “Todos mirando” y “Balas blancas”, en el momento en el que ha entrado la noche en el recinto “azkenero”.
También han sonado los himnos de “No hay tregua” y “Blanco y negro” para poner el broche a hora y cuarto de concierto en el que el fundador de Barricada ha estado “a gusto”, frase que ha repetido en numerosas ocasiones, junto al incansable baterista Brígido Duque, la voz de Koma en otras épocas.
La jornada la han abierto los vascos Liher, que han sorprendido a más de uno que se ha dejado caer por el recinto a primera hora y que ha salido gratamente sorprendido por la puesta en escena y la voz de Lide Hernando.
Los donostiarras han dado paso a Os Mutantes y después a Steve Earle, que incrustado en su guitarra, su armónica y su banjo, sin ninguna variedad escénica, ha tocado la fibra de los presentes con su voz y su delicadeza encima del escenario.
Monster Magnet ha sido el colofón de una noche que ha acabado de madrugada con las bandas del Trashville. Los de Nueva Jersey han sido uno de los grupos más esperados de la noche y han ido creciendo en un concierto más corto que el resto, pero muy intenso.
El rock también se ha palpado fuera del recinto con la celebración del “Osteguna Rock” en el centro de la ciudad, con un cartel completado por tres bandas.
Los locales Barriomanía, de reciente creación, han mostrado su variado repertorio antes de que dar paso a dos bandas suecas.
El cuarteto The Vanjas ha puesto el toque guitarrero de los años 60, mientras que Eclipse ha trasladado a la capital vasca el éxito internacional que le ha dado su particular “hard rock”.
En la segunda jornada tomarán las riendas Incubus y The Pretenders y se encenderán las luces del escenario “Love”, dedicado a las bandas de menor formato.