La batalla de Sorauren y el bloqueo de San Sebastián

San Sebastián

Capitulo XIII. La batalla de Sorauren o de los Pirineos no es una de las batallas más conocidas pero con una transcendencia importante. Consistió en un ataque del Mariscal Soult, en la zona fronteriza de los Pirineos entre Francia y España, con la intención de reconquistar el territorio perdido a manos de las tropas aliadas.

El resultado fue una batalla campal entre las tropas de Wellington y las tropas francesas en las inmediaciones de la muga. Se calcula que las bajas en las filas de Wellington ascendieron a más de 7.000 muertos y heridos, mientras que en las francesas la cifra se situó en 13.000 soldados. Una ofensiva que no fue fructuosa, ya que las tropas francesas no lograron entrar en territorio peninsular.

Esta batalla, junto al fracasado asalto a la brechas de San Sebastián el 25 de julio y la falta de materiales por el retraso de los convoyes que partían desde Gran Bretaña, hicieron que el asedio a Donostia pasara a convertirse en un bloqueo.

Ante el establecimiento del bloqueo, se ordenó embarcar la mayor parte del material de asedio en Pasajes dejando únicamente cuatro o cinco piezas de artillería para mantener a raya a los franceses en San Sebastián. Esta decisión se produjo por el temor de que el Mariscal Soult acabara entrando desde los Pirineos y propició un traslado bastante accidentado, con cañones cayéndose a los ríos y con los animales de carga extenuados.

Pese al bloqueo, realmente no hubo carestía ni de comida ni de bebida en San Sebastián. Al principio hubo miedo de que no hubiera agua suficiente, puesto que en la ciudad se encontraban 3.000 civiles y 3.000 soldados, pero gracias al clima húmedo no se dio esa situación. Asimismo, la abundancia en las bodegas de las casas de los donostiarras paliaron ese posible temor, pero dio pie a otro mucho peor: el saqueo por parte de los solados portugueses y británicos una vez entraron en la ciudad.

'Donostia 1813'