"Producíamos 600 mil mascarillas al año antes de la pandemia. Después, unas 500 mil al mes"
La Ventana Euskadi se ha desplazado al "kilómetro cero" de las mascarillas, la pyme Sibol para hablar con su gerente Iñaki Muñoyerro. Una empresa ahora localizada en Larrabetzu que en en estallido de la enfermedad era de las pocas con capacidad para fabricar mascarillas. Denuncia que, una vez pasado lo peor de la enfermedad, la administración pública compra estos materiales en el exterior
Iñaki Muñoyerro, gerente de Sibol, en 'La Ventana Euskadi'
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Bilbao
Iñaki Muñorreyo, gerente de Sibol, recuerda que en febrero de 2020 "estalló todo" al empezar a recibir llamadas de todo tipo de organismos: "Tuve una reunión con la plantilla, hicimos una valoración para intentar sacar lo mejor de nosotros, dimensionar el persona, ponernos a tres turnos... Para ser una pyme con recursos escasos, diría que hemos hecho un trabajo excelente", dice al echar la vista atrás. Era en aquél momento una de las pocas empresas con capacidad para fabricar mascarillas y EPIs, y el volumen de trabajo se multiplicó en apenas unos días.
A inicios de enero —de 2020—, cuenta Muñoyerro, muchas empresas vascas y europeas presentes en China empezaron a pedir material para llevar allí, "empresas que estaban parando su producción por no tener un EPI". Vieron como en poco tiempo toda la producción se desviaba "al sistema sanitario vasco, policías y Ertzaintza". Así, hasta hace poco, según reconoce Muñoyerro.
Durante la pandemia
Antes de la pandemia, en su antigua sede de Zamudio, producían un volumen anual estimado de "600 mil o 700 mil mascarillas para el sector industrial y servicios". Las demandas a partir del COVID eran de un millón o dos al mes, pero el gerente de Sibol reconoce que "por mucha capacidad de reacción que tuvimos, sólo fuimos capaces de fabricar, que ya es muchísimo para la pyme, unas 500 mil al mes, con tres turnos y mucho esfuerzo". Pese al gran volumen de oferta, su política fue la de mantener el precio de las mascarillas.
Ahora en período 'poscovid' se ha recuperado el volumen de fabricación de antaño: "Tenemos más o menos la misma demanda, es cierto que la guerra en Ucrania y la inflación ha hecho que el mercado esté flojo. En cuanto a las mascarillas, tenemos afortunadamente contratos fuera de España, pero es cierto que a nivel local me noto muy decepcionando porque las administraciones públicas traen producto importado de China, el kilómetro cero no existe —denuncia el empresario—. Es poca motivación para las pymes que tanto han hecho para el País Vasco".