La cara B de la etapa de Ion Izagirre en Tour 2023

San Sebastián

Ion Izagirre entra en la historia del deporte gipuzkoano al ganar su segunda etapa en el Tour de Francia. El ciclista de Ormaiztegi lo hizo, además, teniendo que pedalear en solitario los últimos 30 kilómetros de la etapa, para llegar saboreando las mieles de la victoria y dedicándosela a su hija de cuatro años que celebraba su cumpleaños ese mismo día.

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De esta manera, Izagirre cumple una promesa que había hecho en los micrófonos de la SER antes de la salida del Tour en Euskadi, en una entrevista que nos concedió dos días antes de empezar la carrera. Después, en la meta de Donostia volvió a repetir entre bromas que la iba a buscar. Entonces celebraba la victoria de su compañero de equipo, Laffay. Era una declaración de intenciones.

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Las imágenes posteriores de Izagirre celebrando con su equipo y con sus compañeros la victoria son de lo más emotivas. Era imposible evitar derramar las lágrimas con su victoria de etapa, porque había mucho trabajo detrás, tanto individual como colectivo.

Han tenido que pasar seis años desde su anterior victoria de etapa en un Tour de Francia. Entonces corría para el equipo Astana. Ahora lo hace para un equipo francés como el Cofidis. La sensación de felicidad es la misma, porque ganar en el Tour siempre es muy complicado. Izagirre tenía el reto de coger una escapada buena, lo logró en esta etapa, tenía buenas piernas y sentía buenas sensaciones, y con su habitual valentía se lanzó a la aventura en solitario a falta de 30 kiómetros para hacer más grande su ya de por sí grande palmarés. Normal que ya por la noche lo celebrara con champán en el hotel de concentración de su equipo, como bien reflejan las imágenes difundidas por Cofidis.