El Athletic se frena en Mallorca (0-0)

Para Valverde el empate sin goles como el del Athletic ante el Mallorca no es un mal resultado, pero tampoco se va contento de Son Moix. El Athletic no fue ni de lejos el que gano en Pamplona, ni el que pasó por encima del Betis. Volvió a chocarse con el muro mallorquín. La pasada campaña fue uno de los equipos que se le atragantó y en esta ocasión ha vuelto a pasar lo mismo. La defensa de cinco que plantea Javier Aguirre se le hace bola al equipo de Valverde. Tuvo la posesión de la pelota, mandó en el partido, tuvo más oportunidades, pero el Mallorca no sufrió en exceso para salir indemne del encuentro. El conjunto rojiblanco suma un punto más y se va con siete al parón liguero por los compromisos internacionales.

Oportunidades rojiblancas

Todo lo que pasó en la primera mitad fue obra del Athletic. El Mallorca salió con la intención de que los rojiblancos no le avasallasen en el arranque del partido. Fue más intenso en los duelos y más contundente cerca de su portería. Y lo consiguió, pero el equipo de Valverde pasados esos primeros minutos se hizo con la manija del partido. Tuvo tres oportunidades, tres disparos, para haber podido marcar. Dos de ellos salieron de las botas de Sancet, el delantero más incisivo en esa primera parte. Sus chuts salieron desviados cerca de los postes que defendía Rajkovic. Luego, a los 30 minutos de juego llegó la jugada de Nico Williams. Recortó en el área grande a su rival y chutó buscando el palo más alejado de la portería mallorquinista. De nuevo rozó el poste. El Athletic se fue a vestuarios habiendo merecido más que su rival.

Igualdad en la segunda parte

A pesar de que el balón volvía a ser rojiblanco, el dominio de los de Valverde no daba frutos. Toda esa posesión generó muy pocas oportunidades de gol. Tan solo tuvo una. Muniain, que acababa de salir al terreno de juego, la recogió desde la frontal y la pegó para que la despejase Rajkovic. Tuvo dos aproximaciones más el capitán, pero con menos peligro. El susto llegó en la recta final del partido cuando Muniqi, el delantero kosovar, disparó tras un contraataque del Mallorca. Menos mal que apareció Vivian para desviar el balón a corner. Y poco más dio de sí el partido. Sobraron los últimos minutos. Los dos equipos estaban más preocupados de no perder el punto que buscar la victoria. No había ninguna prisa en esos minutos de añadido. Ni la salida de Raúl García fue capaz de imprimir ritmo al partido.

Lo mejor para el Athletic fue que no pasó apuros en defensa, que fue un bloque sólido, que no sufrió, pero en su debe queda un partido sin oportunidades claras de gol, sin llegadas por las bandas y sin que apareciesen sus estrellas. Esta vez no hubo conexión Williams. Los dos hermanos estuvieron desaparecidos durante buena parte del partido. A Ruiz de Galarreta le apretaron en el centro del campo y no pudo, o no supo, hacer jugar a su equipo como antes de llegar a Mallorca, y Sancet, que no encontraba su juego, fue sustituido mediada la segunda parte.