Los anguleros profesionales podrán vender sus capturas al público
El proyecto de decreto que profesionaliza la pesca de la angula abre por primera vez la puerta a la comercialización de la angula en puntos de primera venta autorizados
Iñaki Bedoya: "Cuando seamos profesionales, podremos vender angula, como cualquier otro pescado"
Angulas en los mostradores de las pescaderías, como el bonito, la merluza...La profesionalización de la pesca de la angula en Euskadi abre la puerta a su comercialización en puntos de primera venta autorizados. Así lo recoge, entre otras novedades, el proyecto de decreto por el que se regula la pesca profesional de la angula en el País vasco y se crea el Registro de personas pescadoras de la angula, al que ha tenido acceso la Cadena SER en Euskadi
El objetivo del proyecto de decreto pasa por profesionalizar a los que hasta ahora eran pescadores recreativos de angula y es fruto del acuerdo entre los anguleros vascos y el departamento de Desarrollo económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, después de que Europa prohibiese la pesca recreativa de angula para proteger a la especie, en estado crítico.
La solución para no acabar con la tradicional pesca de la angula en Euskadi pasa por convertir a estos pescadores aficionados en profesionales creando el Registro de Personas Pescadoras Profesionales de la Angula, cumpliendo, eso sí, unas condiciones. Así se establece un máximo de 150 licencias en la comunidad autónoma y cada se años se determinará un límite de capturas en base al estado de la población de anguila.
Además, cada pescador deberá completar un cuaderno que deberá tener siempre al día con el peso de las capturas realizadas, las artes de pesca empleadas y la fecha y el horario de la pesca. El Gobierno creará también una comisión de seguimiento con presencia tanto del departamento, como de los anguleros como de un científico y un representante de las asociaciones ecologistas.
Por último. el decreto recoge también la posibilidad no solo de que personas jubiladas puedan inscribirse en el registro de profesionales creando la figura de pescado profesional pasivo, sino también la posibilidad de que nuevas generaciones puedan acceder al registro fijando la edad mínima en los 16 años.