"A ver si nos va a joder un puto oso y si no le tiras la bici encima": La reacción de unos ciclistas de Karrantza al encontrarse con un oso en una carretera de Rumanía
Lejos de mostrar pánico, miedo o salir corriendo, que es lo que la naturaleza humana puede pedir en situaciones de este tipo, este grupo da una lección de compostura y control de la situación
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Tampoco es que se asustara mucho este grupo de ciclistas de Karrantza que, en un viaje por la zona de Transilvania, en Rumania, se encontraron con otro 'paseante'. Un oso. Como si fuera lo más normal de mundo para unos cicloturistas habituados a las dos ruedas y a recorrer kilómetros por carretea, la reacción al avistar este plantígrado no tiene desperdicio. Lejos de mostrar pánico, miedo, o salir corriendo, que es lo que la naturaleza humana puede pedir en situaciones de este tipo, este grupo da una lección de compostura y control de la situación.
Son precavidos en todo momento porque saben que están ante un animal que puede ser muy agresivo, un animal que se encuentra además en su hábitat, es decir, salvaje. La primera cuestión que se plantean estos ciclistas es si pasan montados en la bici o se bajan y recorren ese tramo a pie. En todo momento, invitan al grupo a mantenerse en alerta, "cuidado, cuidado" pero sin provocar al animal con movimientos bruscos o ruidos, "igual es mejor ir montados así en un momento dado si ataca le tiras la bici encima", apunta uno de los compañeros.
"A ver si nos va a joder un puto oso"
El que encabeza el grupo insiste en mantener la compostura, ir despacio y sin perder de vista el oso, "no tenemos ninguna prisa". Incluso quita hierro al asunto porque, de alguna manera, parece como si la presencia del plantígrado les ha estropeado la excursión, "a ver si nos va a joder un puto oso". Otro compañero añade que "no quiere nada más que beber".
En ese momento un coche cruza la carretera a cuyo conductor le advierten de que pase despacio, y así lo hace. "Aprovechamos ahora y vamos con el coche", señalan a modo de pantalla de protección frente al oso.
El grupo va caminando arrastrando cada cual su bici en la mano,, "no corráis, no corráis. Yo tiraría", y así lo hacen dejando atrás al animal y sobre todo un momento que no olvidarán seguro.
