"Cuando llegue el día quiero eutanasia activa, que me duerman y me maten"
Hablamos con Itziar, enferma de cáncer, sobre la vida y la muerte
Hablamos con Itziar Amirola, enferma terminal de cáncer
Vitoria-Gasteiz
Hace más de un año que a Itziar, auxiliar de enfermería de Txagorritxu, le dan un diagnóstico: "me dijeron tienes un cáncer en el estómago, en un estadio 4 y con un tumor que infiltra una arteria importante y no podemos operarlo". Itziar, que ha trabajado en oncología y con paliativos, sabía que ese diagnóstico era una "sentencia de muerte a corto plazo". A Itziar le dijeron que tenía entre 5 y 8 meses de esperanza de vida, pero le ofrecieron darle quimio.
Reconoce que los primeros días fueron muy duros. "Al principio estás en shock y le das vueltas a la cabeza todo el rato", nos cuenta, pero más tarde, "decidió no estar enfadada con el mundo". Itziar se propuso ordenar sus cuestiones vitales, como "los papeles, el testamento o el testamento vital", destaca. Y arreglado eso, "voy a vivir".
Lo cierto es que la quimio ha funcionado muy bien y ahora mismo Itziar puede disfrutar de un día a día con mucha calidad de vida aunque, nos dice, es consciente de que eso puede cambiar en cualquier momento. "Yo no tengo miedo a morirme pero no quiero morir con dolor, lo quiero hacer tranquila y con dignidad", señala. "El dia que yo vea es que no hay más recorrido y que lo que queda es penoso, lo que quiero es que me duerman y me maten: quiero eutanasia activa", apunta.
El tabú de la muerte
"Hay gente que no quiere oír hablar de la muerte", nos cuenta Itziar. "Mis hermanos, por ejemplo, no me dejan hablar de ello y en el coro en el que canto, tampoco", nos cuenta. De hecho, como sanitaria, Itziar cree que desde la sanidad pública se tendría que hacer un mayor trabajo para hablar de la muerte con naturalidad. "Cuando naces, lo que está claro es que te vas a morir", dice con una sonrisa en la boca; "hay que hablar de ello sin drama".
Un acuerdo con Dios
El hijo de Itziar se va a casar el año que viene y ella, que es muy creyente, ha hecho un pacto para poder llegar a la boda. "Si me dejas ser madrina digna, luego lo que quieras", le dijo a Dios. Por ahora el tratamiento responde. Ella, sin embargo, es consciente de que hay cosas que ya no va a poder ver. "Hay muchas cosas que me voy a perder; yo no veré a mis nietos crecer y eso me da mucha pena", nos cuenta emocionada. Sin embargo, hay planes que tenía previstos para su jubilación que ya está haciendo, como subir al Aitzgorri. "Aprendes a no enfadarte", señala.
3 cosas para irse
Itziar dice que se va tranquila por tres cosas. La primera es que no lo va a hacer sola, que sabe que va a estar acompañada por su familia. Lo segundo, que se va a morir sin dolor. "Voy a morir cuando yo quiera y como yo quiera", nos cuenta. Y, por último, para Itziar, que es creyente, es fundamental saber que se va a otro lugar. "Yo sé que Dios existe y que yo voy a otro sitio y, además, voy a estar pendiente de lo que ellos hablan". Itziar ya ha preparado su funeral pero no quiere hacer "spoiler" y le pide a la gente de su coro que preparen el repertorio "por si acaso".