Disparan a un halcón de cetrería en el coto de Nanclares: "Hay una ley del silencio que cubre estos delitos medioambientales"
El dueño del ave lo ha denunciado en los juzgados y Eguzki lo hará ante la Fiscalía
Vitoria-Gasteiz
Los juzgados y la Fiscalía investigarán un ataque a un ave rapaz que fue disparado en el coto de Nanclares (Álava) la semana pasada. El ataque se produjo en la mañana del 1 de noviembre. El halcón atacado es una ave de cetrería: un halcón peregrino híbrido con gerifalte. Su dueño lo llevó a entrenar el vuelo al coto de Nanclares y cuando se había alejado un kilómetro de distancia, oyó dos disparos. Inicialmente no lo asoció a un posible ataque a su halcón. Sin embargo, rastreando la señal GPS del animal, se lo encontró herido. Un veterinario confirmó poco después que el halcón había sufrido varios disparos, ha explicado a la CADENA SER el guarda forestal de la Diputación Andoni Díaz.
El halcón ha sobrevivido a los disparos pero tiene dos perdigones alojados en el cuerpo y la clínica veterinaria no se los ha retirado por el peligro que puede suponer para el halcón la operación quirúrgica a la que habría que someterle. Ahora mismo, el ave se está intentando recuperar de las heridas.
Según los datos del vuelo del halcón recopilados por el GPS, el disparo se produjo probablemente a bocajarro, a unos 50 metros de distancia, cree el dueño. Es una distancia a la que se advierte perfectamente que se está disparando contra un animal al que está prohibido disparar. La hipótesis que maneja el dueño del ave es que el disparo se produjo dentro del propio coto de Nanclares. Ha presentado una denuncia ante los juzgados por un delito de maltrato animal.
Eguzki lo llevará a la Fiscalía
Y no va a ser la única porque también lo va a denunciar Eguzki. La organización ecologista va a presentar la denuncia ante la Fiscalía, ha explicado Óscar Padura a la CADENA SER. "Normalmente los responsables del coto son los responsables de todo lo que ocurre dentro del mismo, normalmente se tiene una relación de quienes son las personas que ese día han estado en el coto y han hecho uso del mismo, con lo cual el propio coto tendría que ser el responsable de facilitar esa información bien a la Fiscalía o a la Diputación sobre quienes eran esas personas y que posteriormente se proceda a una investigación para determinar el autor de los disparos".
Eguzki: "Por lo general hay una ley del silencio que cubre los delitos medioambientales"
Este tipo de ataques a aves rapaces "no es una cosa inhabitual" y son un "delito ecológico contra la naturaleza". Al cabo del año, Eguzki suele recibir unos 8 o 10 avisos de ataques de este tipo que generalmente causan la muerte del ánima. El número de casos, cree Eguzki, es mucho mayor.
La complicación de este tipo de delitos ambientales es dar con el cazador que disparó. "Suele haber una especie de omertá o ley del silencio y nadie dice nada sobre lo que ha ocurrido en el puesto de caza de al lado, aunque también es cierto que algunas otras veces nos hemos encontrado con cazadores que nos han dado información pero, por lo general, existe esa ley del silencio que viene a cubrir esos delitos medioambientales", se lamenta Padura.
Padura denuncia además que la acción de las administraciones en este tipo de casos no es contundente. "Lo que hemos intentado muchas veces en la administración ha caído en saco roto y por eso muchas veces actuamos interponiendo la denuncia ante Fiscalía".
Iker Armentia
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