Kepa Aulestia: "El mayor desafío para la convivencia en Euskadi es la falta de una memoria compartida. Es lo que nos distingue de las sociedades de nuestro entorno"

Vitoria

La Fundación Ramón Rubial planteó a Kepa Aulestia un reto: escribir sobre la situación de la convivencia en Euskadi. El resultado de esa reflexión es el libro 'Una comunidad decente. Carencias y retos de la convivencia en Euskadi', editado por Catarata y que el escritor ha presentado en 'La ventana Euskadi' de la Cadena SER. Para Aulestia, "el mayor desafío para la convivencia en Euskadi es la falta de una memoria compartida. Es lo que nos distingue de las sociedades de nuestro entorno. Nos falta un suelo ético común. Podemos coexistir, cohabitar con ello... pero sería un error no admitir que ahí hay un déficit".

Aulestia, expolítico, exsecretario general de Euskadiko Ezkerra, desde hace muchos años dedicado al análisis de la actualidad en el grupo Vocento y a escribir, se encontró con un primer problema tras el encargo de la Fundación: la falta de un instrumental para medirla, para evaluarla. Se acordó entonces de un libro de Avishai Margalit ('La sociedad decente'), en el que este definía una sociedad decente como aquella en la que las instituciones no humillan a los ciudadanos y una sociedad civilizada como aquella en la que los ciudadanos no se humillan entre sí. "Con ese base universalista me acerqué a la realidad en Euskadi. Con una intención ensayística he tratado de abordar Euskadi como un poliedro en el que distintos aspectos de la vida social inciden en la convivencia", cuenta. Así el libro está dividido en capítulos dedicados a la Memoria, la política, los apellidos, las lenguas, las arribadas, las clases, los mayores o las diversas. "Siguiendo ese rasgo de ver en qué situación podemos humillarnos unos a otros y cómo podemos evitarlos, abordo situaciones múltiples del día a día de los vascos", explica.

La conclusión global a la que ha legado es que "tenemos que tomar consciencia de esos déficits en nuestra convivencia. No podemos ocultarlos, olvidarlos, orillarlos. Somos una comunidad pequeña en un territorio pequeño. Solemos decir que aquí nos conocemos todos, pero, en realidad no es así, más bien conocemos muy poco de lo que nos rodea. Tenemos un día a día muy compartimentado. Esa especie de sociedad cuarteada plantea dificultades para la convivencia".