Borrón en Cádiz para cerrar un inolvidable 2023

San Sebastián

Dicen que hasta el mejor de los escribanos hace algún borrón. A la Real Sociedad le tocó en el Nuevo Mirandilla contra el Cádiz. Así se va al parón de navidad, aunque si todo el borrón de los txuri-urdin es sacando un punto fuera de casa, no es un borrón malo del todo. Pero es cierto que lo que hizo en la primera parte el equipo realista es inexplicable. Lejos de su mejores versión, muy lejos de su capacidad competitiva, lejísimos de su finura con la pelota, la Real fue una sombra de la Real, y llegó a estar a merced de su rival, un Cádiz que simplemente con una buena presión logró desarbolar todos los argumentos de los donostiarras. Dio la sensación de que llegaron tarde al partido, como si no se hubieran enterado que empezaba a las 19.00 horas, y salieron a jugar a las 20.00 horas, cuando comenzó la segunda parte. Junto a la primera salida en Canarias, fue la peor primera parte de toda la temporada.

La Real Sociedad esperó al último partido de este inolvidable 2023 para hacer semejante borrón. Lo peor es que dejó pasar una oportunidad de oro para distanciar al Betis en la pelea por Europa y que no pudo acercarse mucho más a las posiciones de Champions League, que ahora se quedan a cuatro puntos. Pero no se puede pensar en ganar un partido de Primera cuando regalas una parte. Y eso es lo que hizo la Real en Cádiz. Menos mal que estaba San Remiro para salvar, al menos, un punto, que fuera de casa siempre sabe muy bien. El portero de Cascante estuvo portentoso en tres intervenciones claves que hizo para mantener con vida a la Real Sociedad, y volvió a demostrar que sigue creciendo a pasos agigantados, hasta el punto de que la última convocatoria con la Selección Absoluta no fue fruto de ninguna casualidad.

Mejoró la Real Sociedad tras el descanso, porque realmente no era muy difícil mejorar lo que se hizo en la primera parte. Sadiq y Zubimendi estuvieron cerca de adelantar a los donostiarras con dos buenas ocasiones, especialmente la del donostiarra, que se estrelló en el larguero. Y otra buena acción de Brais Méndez, cuya asistencia no llegó por poco al capitán Mikel Oyarzabal. Pero ahí se acabó el arsenal ofensivo de la Real en Cádiz, donde volvió a dejar su portería a cero, pero tampoco pudo marcar por segunda jornada seguida. La preocupación del partido en Cádiz fueron las lesiones, con las bajas de Hamari Traoré y Aritz Elustondo. No obstante, aunque parezca poco, sumó un punto que le sirve para llegar a final de año en puestos europeos. Y todo después haber cerrado este nuevo tramo de ocho partidos, de nuevo, sin ninguna derrota. Que todos los borrones sean como los del Nuevo Mirandilla.