89 voluntarios de Cruz Roja atienden las emergencias psicológicas en accidentes y catástrofes
El Equipo de Respuesta Inmediata de Intervención Psicosocial, que está a punto de cumplir veinte años, trabaja para aliviar el sufrimiento de víctimas y familias y proporcionarles información
ERIE, voluntarios de intervención psicosocial
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Bilbao
El pasado 7 de diciembre, fallecía un niño de dos años en Astigarraga al caer desde un tercer piso. En menos de una hora, un equipo de profesionales psicólogos de Cruz Roja estaba en el lugar para atender a la familia. El objetivo es múltiple: prestar apoyo, contener, aminorar el riesgo de que se den situaciones más graves y fomentar el equilibrio emocional. A raíz de aquel suceso, el programa A vivir que son dos días Euskadi ha querido averiguar cómo se conforma el equipo que actúa en este tipo de sucesos y cuál es el protocolo.
Juan Mari Urruzuno es psicólogo. Es uno de los 89 voluntarios que forman parte de ERIE, el Equipo de Respuesta Inmediata de Intervención Psicosocial en Euskadi (34 psicólogos, 41 socorristas de acompañamiento, 7 trabajadores sociales y otros tantos enfermeros). Este grupo ofrece una respuesta inmediata, organizada y eficaz para aliviar el sufrimiento de las víctimas, familiares y personas allegadas de aquellas que se vean afectadas por una situación de emergencia y/o catástrofe.
"En ocasiones son los propios medios de comunicación los que nos ponen en alerta", ha explicado Urruzuno. A partir de ahí, es la dirección de Atención de Emergencias del Gobierno Vasco la que les da el aviso, evalúan las necesidades en función del alcance del suceso y del número de personas afectadas, conforman el equipo de voluntarios y en una hora normalmente están en el lugar. Atienden a personas afectadas de forma repentina por situaciones de catástrofe, emergencia, accidente o cualquier otro tipo de situación traumática que requieran de apoyo para tratar de "normalizar" la situación vivida.
Detección e información
Entre sus funciones está la de detectar y analizar las necesidades básicas, psicológicas y sociales que pudieran presentar los implicados durante la fase de emergencia. Además, prestan los primeros auxilios psicológicos y apoyo humano. Una de las demandas más frecuentes es la de información sobre los servicios de funeraria. Ahí es donde actúan los psicólogos y trabajadores sociales. También deben detectar y derivar aquellos casos que requieran una respuesta más especializada. Así, acompañan a las personas afectadas y ejercen una de las funciones más importantes: la escucha activa. Al mismo tiempo, valoran las necesidades psicosociales, cubren las necesidades básicas, y trabajan para permitir la vuelta a la normalidad de esas personas.
Desapariciones
Los casos más frecuentes que abordan son los de personas desaparecidas, bien en el mar, bien en la montaña. Además, también intervienen en pruebas deportivas, en catástrofes naturales o, incluso, y en este caso de forma telefónica, en los intentos de suicidio. Uno de los colectivo más vulnerables con los que trabajan es el de los menores. Según explica Urruzuno, los tiempos son importantes. "Se debe dosificar la información que se les da, y no añadir más dolor, es decir, no entrar en detalles".
Este Equipo de Respuesta Inmediata de Intervención Psicosocial está a punto de cumplir veinte años de vida. La idea de su constitución surgió a raíz de la riada en el camping de Biescas en 1996. No fue hasta 2004 cuando se formó y su primera activación nacional fue con motivo de los atentado del 11M en Madrid.