¿Qué sabes de la guerra más antigua de Europa?
El Museo de Arqueología BIBAT acoge una pequeña muestra de la que está considerada el primer conflicto de Europa
La guerra más antigua de Europa ocurrió en Laguardia
Tres cráneos sin cicatrizar ó cicatrizados, un cúbitos y un radio o un fragmento de una columna con flecha insertada. Son parte de los restos humanos que han cambiado la manera de leer el neolítico a nivel europeo. Nos referimos a la muestra que acoge el El Museo de Arqueología BIBAT sobre los hallazgos del yacimiento de de San Juan ante Portam Latinam, en Laguardia, que han vuelto a tomar relevancia tras el estudio que ha determinado que pertenecen a la que está considerada la "guerra más antigua de Europa".
Hablamos de un yacimiento que fue excavado hace 30 años y en el que se encontraron restos humanos de más de 300 individuos. El análisis de la época, "muy rigurosos", determinó que eran los restos de una masacre, sin embargo, había dudas sobre lo allí encontrado. De ahí que en 2016, un equipo liderado por Teresa Fernández-Crespo, del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Valladolid, y en colaboración con científicos de universidades de Oxford (Reino Unido), y también del País Vasco realizara un estudio que ha determinado que nos encontramos frente a unos restos que son consecuencia de un periodo de guerra sostenido "incluso en varias generaciones".
"Predominan los varones con amplias de señales de violencia, como heridas de puntas de flecha y traumatismos craneales y en muchos casos se ven heridas cicatrizadas y sin cicatrizar", nos cuenta el arqueólogo Javier Ordoño, que pertenece al grupo de investigadores que ha elaborado el estudio que se ha publicado en la revista Scientific Reports. Estos indicios, sumados a las diferentes investigaciones realizadas este tiempo han sido las que han ayudado a determinar que nos encontramos frente a un conflicto sostenido en el tiempo.
¿Qué causó el conflicto?
El estudio ha cambiado el paradigma de que en el neolítico no se tenía la infraestructura para sostener un conflicto de estas características en el tiempo. "Nos hemos retrotraído 2000 años antes de lo que se pensaba que era el primer conflicto y esto nos cambia el paradigma sobre el neolítico Europeo", apunta Ordoño. La investigación, con el análisis de los "entre 80 y 100 mil huesos" del yacimiento, continúa. "Estamos con nuevas investigaciones sobre el ADN y los isótopos que nos van a permitir saber si eran gente local, qué comían, cómo cuidaban a sus niños o cuando los destetaban", señala Ordoño.
Preguntado Ordoño por las razonas que provocaron este conflicto, el investigador destaca que estamos en una "región de paso, un lugar codiciado y con gran presión social" lo que podría apuntar a una "competitividad por los recursos de la zona". "En el neolítico, además, se consolida la agricultura, por lo que hay excendetes y desigualdad", señala, "lo que es caldo de cultivo para el enfrentamiento".